la ampolla en el mismo lugar del zapato

Ufaaa. Nos vamos a Montevideo y no podemos resolver el problema de siempre. Esta vez que tomé coraje al menos mentalmente y decidí que él se quede con su mamá y los nenes y yo me voy por ahí, a lo de una amiga o algo así, tampoco logramos consenso. Me ofrece ¨todas las opciones¨ cinco minutos antes de irme, cuando ya no consigo nada. Ah, y una de esas opciones es, entonces no hacemos nada. Lo mato. Todo el día laburando para armar bolsos, la casa patas para arriba y la perspectiva de 11 días sin clase y es capaz de decir eso, lo cual se explica sólo por el hecho de que no tiene idea de lo que significa tener once días a los nenes en casa. Más vale que vayamos a Montevideo y chau. Como siempre, vamos a pelear todo lo que no peleamos de este lado del charco. Que viva el autoexilio