domingo, 29 de junio de 2014

hora del aterrizaje forzoso


El reloj de la compu marca 18:28, estoy a dos minutos de la hora límite donde oficialmente se acaba el fin de semana. El bajón repetido e inevitable. Trataré de sobrellevarlo con dignidad y energía. Ya tomé ánimo con un capitulito de How I Met Your Mother que miré acá escondida en mi rincón propio. Y con la esperanza de que pasadas las diez, cuando tenga a todos (o casi todos), en la cama,  podremos mirar con marido otro chapter de Game of Thrones. La joda en mi vida pasa por ahí estos días. Ahora, A laburar

miércoles, 25 de junio de 2014

O fantasma do 50



¡¡¡¡Un bocado de gloria!!! Si, La Patria es El Fútbol, Señoras y Señores, y otra vez en este mundial nos estamos divirtiendo como locos. Por ahora

Vamo´arriba la celeste!

domingo, 22 de junio de 2014

Ya lo dije? Tengo que cambiar mi Relato


Pasan los años y me siguen persiguiendo los mismos pensamientos obsesivos, como diría mi psicóloga. Ya logré que la atención pase de la familia a mi persona. Bueno, es que voy yo en representación del grupo familiar… pero no era ese el eje de hoy. La cosa es que parece que tengo la punta del hilo de la madeja, que está muy enredada. Se me vive olvidando la razón por la que fui tomando las decisiones en mi vida, a pesar de que diariamente repaso y repaso, tengo que revisar mi versión de los hechos. Me baso en hechos tergiversados, (Creo que soy La Cámpora de mi propio pasado y acá nos vamos a pelear por algo que no tiene nada que ver!!).  La conclusión es que tengo que atrapar la versión original de mí misma. Y ver si me la banco.
Parece fácil, pero te aseguro que no lo es.

jueves, 19 de junio de 2014

dos comentarios en esta mañana fría


Que cuando quiero escribir no encuentro tiempo, y cuando tengo tiempo para escribir, no puedo

Que estoy un poco repetitiva, repetitiva

AAAh! y que miré el primer capítulo de Desperate Housewives y no lo pude terminar!,  una de dos, o los guiones  actuales están mucho mejor que las de hace unos años, o yo estoy muy sensible, me pareció una serie muy falsa y exagerada. ¿Dónde está la verdad?

lunes, 16 de junio de 2014

Lucha perdida contra las pantallas


Querido blog, como ya sabemos esta vida is not getting any better, así que hay que aprovechar la cosa como viene ahora, antes que nos saque la roja, o una daga escondida, al estilo Game of thrones.  Si ya estaba atrapada con Netflix y las boludeces habituales de facebook y Twitter, ahora caí además en el mundo del morbo, aka GOT.  Esta vez, como no me pasaba hace mucho, la sigo porque al hombre de la casa le copó, y sobre todo, para ver por qué fascina tanto, pero me decepciona frente a guiones como el de Mad Men, o Breaking Bad.  En fin, vengan de a uno a pegar, menos mal que estoy sola aullando en la noche de la web, es muy épica pero en el fondo es un refrito destilado de la mejor literatura de aventura, con el twist de que se puede decir, hacer y mostrar lo que se les canta. Pero no venía a eso, en realidad mi pelea está allá en el fondo de mi coco,  la vocecita interior que me rezonga porque no pude escribir una vez más, otro día más.  Siempre tengo otra cosa que hacer que me impide concentrarme. Y cada día pienso, mañana si, voy a escribir.  Mi premio consuelo: Estoy leyendo el Diario de Virginia Woolf, y una vez más me encuentro con ese tipo de problemas, ya me pasó con el Diario de Kate Mansfield, de Doris Lessing, incluso Juventud de Coetzee, y otros más que recordaría si fuera mejor (?) algo.  Vivo la lucha interna de los escritores, la contradicción, la dudaaajajaaaaa… si, ya estoy moviéndome de los cuarenta para arriba a velocidades vertiginosas y todavía mantengo por momentos la ilusión idiota de que me queda algo genial por hacer.   Supongo que un día me va a vencer el ego y terminaré autopublicando un libro, algo en formato short stories,  sólo para poder decir ¨si, publiqué un libro de cuentos¨.  Pero de ahí a escribir bien, sorprender, enamorar, qué lejos estoy.  Luego las caras de poker de quienes me lean, con suerte, menos  de diez amigos. Serán los que lleguen a ir a mi funeral? Me imagino algo medio looser, vacío. Si, ella era de Montevideo, acá no tiene a nadie. Y allá, tampoco. Algo así, y eso que no fumé nada. Nunca fumé. Bah, una vez algún novio me dio a probar una pitada de un porro pero yo ni sabía cómo hacer para tragar el humo. Y así estoy, escribiendo boludeces cuando ya es lunes por la madrugada y yo debería irme a leer blogs amigos. Pronto será, pero cuando me suelte de HYMYM (how i met your mother), voy a ver completo ¨desperate housewives¨ ya que  apenas ví algunos capítulos. Así estoy, la única respuesta que tengo es que soy un desastre en casi todo, voy en bajada por el mundo como Don Draper.  Listo, that´s  it.

jueves, 12 de junio de 2014

La peligrosa vida del ama de casa


Si, a vos que no me crees. No te estoy hablando de caerse para atrás de la escalera mientras tratás de subir la valija con la ropa de verano al placarcito que esta bien arriba en el dormitorio. Tampoco te digo una patinada sobre las baldosas mojadas de la cocina con una botella de cerveza en la mano. No, hablo de los peligros de la capocceta, la cabeza, no me malentiendas si lo tuyo es un problema de falta de italiano trucho, te lo explico: parece que me estoy volviendo neurótica, o más neurótica. Me lo dijo la psicóloga de familia, así que no es un insulto escuchado por ahí. La vida del ama de casa se vuelve repetitiva, sin sentido, la rutina agotadora y ella se convierte en una persona molesta, irritable, deprimida. Eso, cual reporte de Nat Geo en español neutro, lo leí en algún sitio perdido de la web. Y claro, ahí estoy, soy yo, un cuadro perfecto, una foto.  Qué puedo hacer para salirme del deathrow, o del yellowbrickroad, no lo sé.  Todo se complica cada vez más.  Voy rodando camino a los cuarenta y tres. Nada tiene por qué mejorar. Hijos que van a crecer si la vida lo permite, y yo que voy  a envejecer sin mucho más que hacer con mi persona. No me quedan muchos éxitos por el camino. Si todo sale bien y el destino no me espera con una daga trágica escondida en alguna esquina oscura. Así estoy, opaca,  un poco oscurita.

lunes, 9 de junio de 2014

Yo contra mí misma, siempre



Esas vueltas de los pensamientos, un laberinto donde siempre termino en el mismo lugar.  Nunca pareció que dejé atrás nada, porque vivo como en varias dimensiones al mismo tiempo: no dejo en paz a mi versión niña, a los errores de la adolescencia, a mis decisiones de adulta aún cuando hice lo que creí mejor. No, con la lupa del presente investigo cada rincón para ver más de cerca todo lo que no fue, o pudo haber sido. Basta de ser yo por un rato.

jueves, 5 de junio de 2014

Pachucha de libros (y lo último bueno, genial que me crucé)



Hace tiempo que no me pasaba esto, pero acá estoy, hay poco entusiasmo en la pila de libros de mi mesita de luz: Repaso, lo último que leí que me fascinó, fue Juventud de J.M. Coetzee, un festín total, la cabeza del tipo con veintiocos, recién llegado a Londres, no te voy a contar más, queriendo ser poeta. Parece un cliché, pero estos tipos lo construyeron.
Después, y salvando las distancias, leí Bajo este sol tremendo, de acá nomás de mi lista de Twitter, Carlos Busqued: hay que tener un estómago un poquito fuerte, de todas maneras, reconozco que tiene una soltura para escribir cualquier disparate, muy buenos sus personajes tan desconectados de los propios sentimientos.

Y ahí me quedo. Me compre ¨El laberinto de la soledad¨, de Octavio Paz, y me ha torrado bastante, es la soledad del mexicano en el mundo. Demasiado para mi vida. Otra decepción, ¨el cazador de autógrafos¨ de Zadie Smith.  Antes leí un libro de ella que me atrapó, ¨White teeth¨, pero con este, no logro engancharme. Después, dejé colgadas Las edades de Lulú, de Almudena Grandes. La peli, la vi en el 96, como todo en mi vida, o algo así, y fue por años lo más erótico y sugestivo que había visto en cine. No ví mucho porno, se nota. Pero el libro, y a esta altura de la vida, me aburre un poco. Demasiadas descripciones de chupadas, lamidas, tragadas. Tendría que haberlo leído como parte de mi formación académica para la vida, dos décadas atrás. Not now.
Y no te puedo confesar, Ulyses sigue acechando desde el estante de abajo de mi mesita, pero no hay caso, sólo de sostenerlo en la mano ya me aburrí. Ese es mi techo literario. Algún día lo superaré?  aunque leí ¨un día en la vida de Iván Denisovich¨ (Alexander Solzhenitsyn),  la cosa más tediosa que recuerdo, obligada para una clase de Modern World Novel en mi  lejano año de estudiante de intercambio en Estados Unidos, y me conformo pensando que con eso tuve suficiente para un día en la vida de alguien, en Siberia,cumpliendo trabajos forzados de por vida.
Necesito carne fresca, algo que morder y me atrape. Necesito ir  a dar una vuelta por mi librería favorita, la del livingcito con almohadones.

domingo, 1 de junio de 2014

Me escapo cinco minutos en el rush hour del Sunday evening


¿A qué hora se termina el fin de semana? es una pregunta que me hago cada domingo, (y ya me he hecho varias veces en este blog) y según el nivel de procrastinación que va acompañado de un equivalente de culpa, es el momento en que doy por terminada la ilusión  de bienestar del fin de semana. El problema es que, mientras yo ya bajé la cortina hace rato y estoy trajinando en la cocina, bañando niños y armando mochilas, marido sigue mirando tevecinq como si nada.  Le doy preavisos amables pero dos por tres la cosa termina en mala onda. Y la otra pregunta de siempre, que no tiene respuesta, ¿qué es peor, seguir insistiendo para que cambie su ¨percepción del tiempo y de las tareas y del tiempo que dichas tareas insomne¨y darme contra la pared sistemáticamente, o hacer todo yo y no esperar nada?. Me aburre lo primero pero no puedo renunciar, y no me resigno a lo segundo. Y en eso se nos va la vida. Pero al final, no es tan mala como parece.