sábado, 31 de diciembre de 2011

Cerrando y abriendo

A punto de terminar este año viejo y tirar la agenda al estante de abajo de la biblioteca (la caja de agendas acumuladas sería un indicador de mi edad, por eso después de un tiempo las voy tirando). Apurando lo que hay en la heladera (mucho, compré de más en la verdulería) porque nos vamos de vacaciones en pocos días!!!. Haciendo sobremesa con un tecito aunque en realidad voy lavando los trastos que no entran en el lavavajillas.  Recuerdo años atrás cuando éste era un día de instrospección. Ahora mi proyección más lejana es la cena de mañana de noche.  Cierto, en una de esas me levanto con aires renovados el 1º de enero  y me pongo a  hacer la lista de objetivos para el año nuevo. Pero sabés que no creo que lo haga. Eso de que lo que no hice y tengo que hacer antes de..., no sé, voy haciendo lo que puedo, y lo que no hice es porque LO INTENTÉ PERO NO PUDE!-
Está bien, está bien,  prometo una vez más,
no dejaré de intentarlo!?

¡felíz 2012!
que nos dure un par de semanas, por lo menos...

miércoles, 28 de diciembre de 2011

La cuestión negativa

Es fácil ser positivo en esta vida para los tipos optimistas, que viven en el presente y no se les ocurre que lo malo que les sucedió ayer es lo que probablemente les vuelva a ocurrir mañana. Así viven felices y despistados. Pero qué hay de los concienzudos negativos y realistas, pesimistas nos dicen, esos que ya podemos anticipar que si la casa de vacaciones es grande, habrá mucho que barrer y pisos que lavar, o que si volvemos en auto por la ruta justo la noche de domingo del feriado largo, nos vamos a comer un embotellamiento de aquellos. Esos dos ejemplitos que no son nada entre tantas visiones previsibles que tenemos en nuestra vida diaria, valgan las redundancias.  Entonces ahí aparecen las etiquetas, neuróticos, histéricos nos dicen, imbancables y tanto más. Pero sepan que nosotros tenemos la posta, Ustedes seguirán saliendo de casa creyendo que en veinte minutos van a estar en el centro y se van a sorprender de que libertador está embotellada a las ocho de la mañana. Nosotros compraremos dos cajas de leche porque sabemos que nos la vamos a tomar, de a dos litros por día.  Una división más de las que existen en este mundo. Adiviná de qué lado estoy yo

domingo, 25 de diciembre de 2011

jet lag de navidad


Ya tenemos los horarios trastornados, son las 5 y media y apenas terminé el café con turrón hace un ratito.  La casa quedó revuelta por el tsunami de regalos y papeles descuajeringados. Todos contentos como el restaurant del barrio chino. Pero la noticia de la tarde es que Agus ¨expulsó¨ la moneda que se había tragado. Y no era de 50 centésimos de Uruguay como yo creía, era una corona checa!  grandecita, te digo.
El papá la lavó  y la volvió a dejar en el pasaplatos, de recuerdo, 
puaj!

viernes, 23 de diciembre de 2011

Por decir ¨esta boca es mía

Viste que yo estaba acá alardeando de la paz familiar? bueno, en medio de eso, Andrés  lo corría a Agus, hasta que de pronto se puso a toser como si fuera a vomitar pero no... Agustín se tragó una moneda! así que al corno la paz familiar y allá salimos en tour remisero a la guardia de la Clínica Olivos, radiografía, y estamos de vuelta con indicación de dieta: ¨acelga, mucha verdura¨, y volver mañana a ver cómo sigue su ruta (ya sabemos el final que le aguarda).
Me pregunto, para qué hablo!!!!

Al revés del pepino

Fuera del ritmo frenético de cualquier shopping o calle comercial, acá estoy con tres de cuatro (niños) en la casa, yo solita porque la empleada decidió que se las picaba a Paraguay: hacía un mes que había llegado y como que le dije, ya que estás, quedate allá, porque total... no es que servía pa´mucho pero ya sabemos que peor es nada!!. Pero volviendo al tema navideños, estoy fuera del circuito comercial y las compras de último momento. Otra razón es que el auto de la familia se lo llevó mi marido y con eso se ganó la compra en el Carrefour (bendición! zafé).   Pero la cosa de fondo, fundamental, es que mañana pasamos acá en casa, nosotros, los niños, y una cuñada de último momento que siempre cae de improviso. Y tá. No hay nada más que agregar. Soy una apátrida, desamorada? algo así, pero he llegado hace años a la conclusión de que es lo más saludable que puedo hacer.  Alto, no se crean que es tan fácil, para llegar a esto deberán tener un prontuario familiar sin hermanos, padre borrado por la vida, madre en otro continente desde hace tres décadas.   Ya tuve algunos años de acampar en el living de  mi suegra en navidad (y en fin de año ni te digo, mini camping en el mini living de su apartamentito en Punta). Pero esta señora no puede dejar sus tradiciones atrás. Nada la saca de la Misa de Gallo de medianoche, y la cena empieza a esa hora. Imaginate que me tengo que llevar a la tropa de cuatro monitos a esperar ese turno para comer? y su cocina de Acumuladores (toda su casa se merece un programa de esa serie de Nat Geo) es algo tan impenetrable que no puedo hacer un puré de calabaza en paz.  Así que ná, con los años hemos llegado a un equilibrio perfecto: no vamos a la casa de nadie en ninguna fiesta, y chau. No te digo que lo intentes si tenés a tu mamá divina, tus tres hermanas, ocho sobrinos, y además te llevás a tus suegros y cuñados a la fiesta de fin de año. Pero si tenés una vida complicadita como la mía, hacele oooooooleeeeee a las fiestas y que Papá Noel pase por tu casa a la hora que se le cante el culo. Como en la mía. He dicho!

jueves, 22 de diciembre de 2011

Charlas retomadas

Me hice otra escapada flash a Montevideo para trámites pendientes (cédula y otros etc) como excusa, que me sirvió para juntarme con seis amigas de facultad, a la tardecita en un bar del parque Rodó. Un evento así parece como la órbita de un cometa, no sé cuándo volveremos a coincidir en tiempo y espacio pero estuvo muy lindo. A pesar de las evoluciones diferentes y de los años pasados, cada vez que nos encontramos retomamos la charla que dejamos la última vez, fresquita.  Un abrazo a mis amigas y a todas las amigas del mundo. Si, estoy así de pletórica. Mejor no te cuento que mi casa fue  caos ayer por mi ausencia pero bueno, nada es perfecto.  Y hoy ya estoy de vuelta, hogar dulce hogar.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

cambiando el despelote

Estoy en Montevideo por el dia, ahora en casa de mi prima que también está de visita, ya que vive en España. Pues te digo que el jaleo es el mismo en todas las familias jóvenes. Así que mientras ella corre a sus hijos yo le tiendo las camas, lavo los platos. Sólo me falta mandar el lavado en el lavarropas. Todo con la energía extra que me sobra por tener cuatro niños menos.

lunes, 19 de diciembre de 2011

a vos te parece

Primer día de vacaciones, primer lunes más precisamente y ya pude armar programa (bué, una mamá que trabajaba hoy hasta tarde me mandó a su crío super amigo de Guille). Yo tenía que ir a la oficina un rato, después reunión en el colegio (y si, no hubo quorum antes) para el proyecto de integración de Andrés.  Todo corridas, en el medio compré unos regalitos de papá noel (libro, pelota, lancha a control remoto, monopatín). Mi marido fue y volvió del centro como arriba de un boomerang porque su reunión se canceló. Si a mí me hubiera pasado, la presión me la encontrás allá en el techo. Pero él, manso. Terminamos la reunión pasadas las dos de la tarde y ya era hora para mí de rajar a casa, cinco niños, una empleada y media esperaban (o dos, V vale doble pero la otra no alcanza ni pa la mitá!). Mucho lío. Qué me dice el hombre de la casa
-vamos a comer sushi?
y yo que amo el sushi. Qué le voy a decir. Se ofende porque rechazo sus invitaciones.
-y bueno, vamos
Barrio Chino, dos y media, pero los señores sushi no se apuran. El almuerzo zen se me atragantó un poquito después de los 45 minutos de espera. En el medio llaman de casa, es V
-que el arreglo del lavarropas sale 500 pesos me dice el técnico, y que tiene que hacer un poco de lío en la cocina
-ah y que Marilyn se quiere ir (pongamos que se llama así, todos somos alias). A Paraguay con la mamá que ya se fue de licencia.
Además tenía yo un par de temitas pendientes del trabajo así que cuando logré terminar el almuerzo eran ya las 4,  con el sushi atragantado me vine a las corridas para casa sólo para agarrar a upa a Mateo que tenía el cachete picado por un megamosquito, para abrazar a Agus que me esperaba diciendo
-hoy no mimoseamos!!
Guille y su amigo jugaban a la pc sin darme bola como era de esperar, pero no importó, yo estaba ahí por fin aunque al rato tenía que ir a buscar a Andrés a fonoaudióloga. Fui y volví por Maipú. Después volví a salir un ratito y me escapé a buscar un regalito más (aro de basket esta vez). Creo que los tengo casi todos.
Y el hombre de la casa, se volvió del sushi una vez más a la oficina, obvio. Ya sé, ya sé que tiene que hacer cosas super importantes, pero la esencia es algo más.  Por más que se lo digo y le repito que no tenemos el mismo orden de prioridades en la vida diaria, él no me cree. Vos me creés?

domingo, 18 de diciembre de 2011

Soy reiterativa soy

En el almuerzo de fin de año me encontré sentadita al lado de una manager muy macanuda que tiene 33 años (baby!!) y  también es uruguaya. La charla fluyó a velocidad warp 3 (algo que aprendí con Buck Rogers o Star Trek, ya ni me acuerdo...). Y de pronto ahí estaba yo otra vez contando de cuando terminé la maestría, y nació Andrés con SD y la crisis del 2001 y el segundo embarazo enseguida,  y  laburo que enganché luego y el doctorado que empecé pero dejé... Y puff. Del final de toda esa historia hacen ya seis años!!!!!!! y sigo dando matraca. Una parte de mí lo dejó atrás pero otra es la que sigue contando el cuento. Me pasaba lo mismo con los novios. Los que me  dejaron atravesado el puñal (no seas mal pensada por favorrrr), cuánto tardaron en esfumarse de mi mente? aaaaññññooooosssssssss
Así todo. Por eso cuando hoy leí esta nota en The Guardian  me sentí un poquito más liviana. Una vez más me crucé con la justificación para mi ansiedad de aquellos años por dejar a mis hijos el día entero con extrañas, por aquellas ganas lejanas de plantar flores en el jardín o hacer cheesecake en mi casa (la época de pioneer woman no me duró mucho, te digo), por la bronca con mi marido que no entendió durante un año entero y más, que si yo trabajaba, esperaba de su parte un 50% de colaboración (me hubiera conformado con un 30% pero quedamos lejos). Y después me dije:
-pucha! otro libro que debería haber escrito pero me ganaron de mano (buée, algo así)
Y eso me lleva a recordar un nuevo problema que tengo con mi ego indomable (mirá que está apaleado pero no se rinde): sabés que lo que quiero es escribir un libro, pero mi ansiedad (y falta de talento... y tiempo?) me lo impiden hasta el momento. Y el nabo de mi superyo que cree que con eso voy a alcanzar la realización personal. Estoy jodida

sábado, 17 de diciembre de 2011

Arbolito, otra vez


Se ve mejor en la foto.  Los adornitos están medio desparejos, medio chotos. Guille se queja, quiere comprar adornos nuevos en Alparamis, y yo, mentirosa, trato de convencerlo que parte de la tradición es usar los adornos viejos (y chotos). Pero en una de esas, el año que viene me mando el gasto y cambiamos el talle del arbolito... eso digo siempre, es como las vacaciones. Cuando vuelvo digo, el año que viene sí que van a ser perfectas. Pero acá vamos, de imperfección en imperfección.  Para muestra,   San José en el pesebre quedó sin cabeza por un error de manipulación (digamos), con lo cual no tendremos pesebre este año (justo ahora que había conseguido un niño Jesús desproporcionadamente grande pero lindo...)
 Nota: en este blog no se muestran imágenes que puedan herir la sensibilidad del lector!

brindis y voz ronca

Dos cosas que van juntas, festejos y brindis que me dejan con la garganta hecha polvo. Hablo demasiado, eso lo sabemos, además hablo mal, diría una locutora?
Cuántos millones en este mundo se habrán despertado hoy con la voz ronca de tanto charlar en algún festejo de fin de año?

jueves, 15 de diciembre de 2011

Mañana terminan las clases!

Para celebrar (o para consolarme, no estoy segura), se me acaba de ocurrir que voy a brindar con Ron+ Cola. Hace rato que tengo ese antojo pero no se asusten que no trae cola...

Lo último


Terminé esta novela anteanoche. Envidia es la palabra que he tenido en mente mientras la leía. Porque Junot Díaz escribe con intensidad, frescura, emoción, crudeza, imaginación y mucho humor. Yo quiero también!!!

Muy recomendable

lunes, 12 de diciembre de 2011

La idea de realización

en orden cronológico, siempre había hay y habrá algo que venga adelante...
-entrar a primer grado
-andar en bici sin rueditas
-viajar sola en ómnibus
-tener una tele a color
-ir de campamento
-pasar al liceo (secundario)
-que me diera bola aquel nabo de Fernando
uf, voy a tener que saltearme un par de décadas y bajar el nivel de detalles

adolescencia y pos
-tener novio
-coger
-coger bien
-enamorarme
-recibirme
-viajar
-conseguir trabajo/beca
-convivir
-terminar el posgrado
-tener auto
-casarme
-tener hijo
-tener casa
-tener trabajo
-tener hijo
-tener empleada
-no trabajar
-volver a trabajar
-una cabaña para ir de vacaciones
-una casa con pileta
-tener otro hijo
-tener otro trabajo


bueno, hay ítems que se repiten y se repiten en esta vida-  y todo para concluír que siempre después de una realización viene un hueco que hay que llenar con otra  realización. No se termina nunca

jueves, 8 de diciembre de 2011

Otra huída precipitada

Una de la mañana, la casa otra vez llena de valijitas, gorros, protectores solares en fila, documentos sobre la mesa. Nos vamos en otro éxodo oriental, pero vamos a cruzar el Ayuí al revés.  Todo sea por no ver al nene enganchado en la computadora todo el santo feriado. Nos ponemos en movimiento una vez más. Y el bebe que todavía sigue llorando a esta hora. El problema de los preparativos de viaje es siempre el mismo: termino demasiado tarde a la noche, tengo que arrancar de vuelta  demasiado temprano. Pero en una semana serán vacaciones completas. No sé si eso es mejor o peor

domingo, 4 de diciembre de 2011

Parte II: Las llamadas (ná que ver con la llama que llama)





Ahora me tocó irme solita a Montevideo. Me encontré con mi amiguísima V que llegaba recién de Barna, más asado familiar con tíos y primos también de visita desde leeejooos, y esa cosa montevideana de que apenas salí a caminar me encontré con Laura por la calle y entre vuelta y vuelta y charla y charla, terminamos enredadas en un desfile de Mundo Afro. Pero que conste que no soy la mama vieja con el abanico. Todavía.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Y a que no sabés qué


Me voy otra vez! pero solita- a un asado familiar, dejo a la prole. Aunque a último momento siempre se me suma uno. El baby no podrá ser porque todavía no le hice permiso de menor!

jueves, 1 de diciembre de 2011

Esta fue la parte buena del viaje de vuelta




El campo cargado de trigo, de maíz, pleno y hermoso.

Tuvimos tiempo de sobra para admirarlo cuando estuvimos dos horas parados en la ruta. El hombre de la casa hace carpintería, arregla techos, plomería, revoca y pinta paredes, electricidad y mucho más, pero no te cambia la rueda del auto. Y a que no sabés qué? el seguro del auto no nos reconocía, así que anotate este numerito que mi sexto sentido (y otras experiencias terrenales anteriores) me hizo cargar en mi celular:

*288 auxilio mecánico gratis en rutas uruguayas