viernes, 5 de noviembre de 2010

Una mañana al pedo


Hace un rato que no pasaba, pero hoy me quedé en casa toda la mañana. Todos los pendings de mi agenda (bueno, menos dos o tres), estaban resueltos. No, no saqué plata y no pude llamar a la verdulería, voy a tener que correr ahora por cuatro tomates para el almuerzo. La boludez se paga con una corrida de último momento, pero hoy aproveché el silencio de la mañana, la ventana abierta del escritorio que me pertenece por un rato más, escribí algo de lo que no quedé demasiado enamorada, pero ahí va encaminado, y eso. No fui a la pileta a nadar, mi panza exigía lechoneo, algo que mi cerebro debería haberle impedido. En pocos minutos tengo que arrancar, yayayaya. Todo concluye al fin. Felíz viernes

1 comentario:

  1. Increìble!! Me hiciste recordar, (con eso de que te olvidaste los tomates), una vieja y puta frase que me decìa mi abuelo:

    "El que no tiene cabeza, TIENE PIERNAS"

    Si te olvidàs algo, tenès que volver a buscarlo.

    (que viejo cornudo era, a veces)

    Feliz finde!!

    ResponderEliminar

intentalo que podés!