Otra cena sola con los tres y la panza. No hubo vencidos ni vencedores. Termino hecha un trapo, angustiada por los gritos, las peleas, culposa por el chiquito que no comió casi nada, y se va a despertar en medio de la noche. Dolorida, por los movimientos bruscos. Aterrorizada por el futuro que me espera cuando Guille sea adolescente, si ahora es así. Anestesiada, con Marcos y su repetición infinita de lo mismo. El sí que no va a cambiar. Intrigada de cómo puede ser la vida con uno más si con tres hijos no puedo manejar el despelote. Y mientras tanto se me levantó de la cama Agus, le embutiré un danonino a ver si se duerme de una vez.
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No te PRE ocupes de lo que va a pasar en diez años.
ResponderEliminarTranqui. Todo toma su curso. Pensà que vos no sos la responsable del mundo!!
(no probaste de darle un palo en el balero al "señor"??? que te ayude, che!!!)
Besos.
(de grandes, te traen novias con panza)
ché, se usará dejar a la novia embarazada todavía en veinte años?
ResponderEliminarel hombre de la casa se quedó varado con el tren un rato, pero de todos modos ya se lo había tomado tarde para llegar a cenar... ya le estoy dando palos para que el año que viene cambie el ritmo porque este loquero más un bebe no es posible