El efecto viernes es magnífico. Todo parece mejor que anoche. No hay caso que las hormonas del embarazo me tienen más sensible. Pero hoy ya estoy de vuelta en mi estado normal. Ayer me sentí como cuando Marcos era chiquito, impotente, enojada. Ahora ya está, vuelvo a la resignación de todos los días y la vida sigue. Lo malo y lo bueno, todo pasa.
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Y cual es tu estado "normal"?
ResponderEliminarBancarte todo?
Yo me di cuenta que no sirve.
alguna vez, explotas.
Un abrazo.
ja, buena pregunta gaucho...
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