jueves, 23 de septiembre de 2010

espirales eternos

Hay problemas que no se acaban, sólo van quedando más lejos pero cada vez que toca pasar por la misma zona, siguen estando ahí. Por ejemplo, vamos a Montevideo de paseo!.. Mi marido quiere quedarse en casa de su mamá. Yo lo detesto. No sólo por cuestión de principios, sino por mugre e incomodidad. La solución A sería fácil: alquilamos un depto, vamos a un apart?
pero termino pagando para que me lleven a pasar el día a lo de mi suegra?
ok, solución B: me escapo a pasear y que se vayan solos. Ahí tengo una solución pero si no logro llevar a cabo la parte de no quedarme en lo de mi suegra, no tengo escape.
Por eso esta madrugada me dio insomnio planeando cómo escaparme sola a un hotel. Pero no lo puedo hacer. Y otra vez lo mismo...
Ah, otra de las razones por las que cada vez cruzo menos el charco


1 comentario:

  1. Parece medio bruja, la suegra.

    Cada elecciòn, es una renuncia.

    andà a Brasil, que es mas lindo.

    Saludos

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intentalo que podés!