Cumpliendo con mi promesa de dejar todos los pendientes listos antes de fin de año, me acerqué a la oficina de Rentas en el microcentro, aprovechando la prioridad que me da la panzota. De ahí me rebotaron a Olivos nuevamente a pedir certificado de pérdida de nosequé, y de ahí volví a otra oficina pero en Cabildo y Congreso, un CGP de Rentas, y de ahí me vine otra vez a Olivos a terminar el trámite del auto en ARBA que estaba actualizando su base de datos y... no funcionaba. Llegué a casa y en media hora de despelote con niños peleando, gritando y demás, no sé si no me quedo con los 38º de sensación térmica, las oficinas públicas y los estacionamientos al rayo del sol...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Bueno, a mi me aterran esos tràmites.
ResponderEliminarNo me gustan, che.
Que pases un feliz año nievo.
Un abrazo.
gracias gaucho, le aconsejo una panza de embarazada para pasarlos más rápido, vio?
ResponderEliminar