El primero y obvio, el despelote de los horarios. El segundo, visitas, programas, paseos. Pero al final el efecto uno anula al efecto dos, de tanto despelote y programas, hoy ya están todos agotados, en la cama y cayendo dormidos a las 21.30 y yo me voy a ver la nueva temporada de Dr. House
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intentalo que podés!