miércoles, 12 de mayo de 2010

Tramando la venganza matutina

Hoy tuvimos otra mañana bastante espantosa, G. se levantó algo más temprano que ayer pero aún lejos de lo necesario para evitar el caos matinal. Guille, el marmotón, no reaccionó, como es costumbre, y Agus que suele despertarse con los ruidos, se lo tomó con calma, y como no cumplió dos años todavía, no considero necesario despertarlo para que llegue temprano a la sala de las ballenas. Pero luego ocurrió todo junto: sin saber cómo ya eran las 8.25h, demasiado tarde para ir al jardín y volver a llevar a los otros, y casi demasiado tarde para llevar a los otros a la escuela. Una vez más, reinó el caos, angustia, gritos, corridas. Y terminé con un bebote en el auto para hacer 20km antes de ir al jardín que le queda a dos cuadras de su casita. Al menos después de dejarlo con las maestras, logré ir al club, a una clase de streching bastante marmota, en la sucursal Sport club no tan cool de Florida, con veteranas de jogging por doquier. Mejor no mirarme mucho yo tampoco.
Después, transitamos el resto del miércoles: recoger a Andres de fútbol, picnic, óptica, casa, juego, merienda, escapada otra vez (fallabella, estantes para libros infantiles), vuelta, otra salida a buscar a Guille con hermanito en el auto, infaltable. Vuelta, menos mal que había cena. Y hoy fue mi día de doble empleada. Todo sea por no perder a V. Vale oro (y cuesta oro también!). Pero si una empleada me moelesta, dos me sacan de quicio. HE aprendido a ignorar un poco el asunto. Soy insopo.
Pero como siempre, me divago, me divago. La cosa es que eran las 22.39h la última vez que le escuché la voz a Guille, todavía despierto, desvelado. De hambre, seguro. Subí con una banana para que se la comiera de prepo. Mañana no sé con qué lo voy a levantar. Pero a G. le voy a poner la música a morir, la tele, le voy a sacar la manta de arriba de las sábanas, si a las 7 y media no está listo. Porque encima clama que tiene que estar 9.15 en bla bla. Yo quisiera zafar del viaje a belgrano per la matina porque quiero quedarme a clase de italiano a las 9 acá. Si él me retrasa, al traste con mi plan. ah cierto, y los nenes llegan tarde. Uy, hoy ví un nuevo cartel, casa con fondo al N, a tres, cuatro? cuadras del colegio... Por un rato puedo soñar que this is the one. Pero la verdad, mi casa me gusta tanto que me va a costar mudarme

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