domingo, 2 de septiembre de 2012

Ya está


Después de un mes de fiaca (o más) volvió el asado dominical, ya brotó una cala (ahora tan chuchis, pero que  desde siempre eran los cartuchos que crecían en las orillas de los arroyos medio barrosos de Montevideo). Ya somos primavera otra vez. Es más, hace un par de semanas, en un rapto europeo, fuimos a almorzar a un restaurant mexicano por acá cerca, y un señor salió de la casa de enfrente y puso en la calle una especie de carretel de hilo gigante, que sirve para enrollar los cables de elctricicidad. Digo gigante como de 1.20m de diámetro. Y como estábamos muy románticos (era nuestro aniversario)  nos trajimos el carretel rodando de paseo por libertador.  Y fijate que hoy lo estrenamos como mesa de exterior, ya que la de PVC pasó a mejor vida el año pasado... Si tengo coraje subo la foto, pero me da calor pensando en los blogs divinos de las decoradoras, esto es un poco rústico de más. Aunque con un mantel arriba, es una mesita perfecta. Mientras tanto me despido con la cala del rincón más sombrío del jardín.

1 comentario:

  1. Foto! foto! foto! jaja yo tenía unos chiquitos que usaban los chicos como banquetas, estaban buenísimos, nunca pude conseguir uno de los grnades!!

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intentalo que podés!