domingo, 1 de agosto de 2010
Se equivocó la paloma
Flor de paloma. Me pasé un cuarto de siglo creyendo que de grande iba a vivir cambiando de novio, que no me iba a quedar con ninguno, no me veía teniendo hijos, pero seguro me imaginaba que en mi trabajo me iba a ir bien, que iba a seguir ¨progresando¨. Con la tercera década a punto de terminar, oh, las cosas se dieron bien al revés. Exudo vida familiar, más hijos de los que mi libreto podría haber divagado jamás, jamás. Pero LA profesión, esa joya que labraba durante años de estudio en la facultad, y que rayé un poco más cada vez en la suma de decisiones erradas de los años que vinieron después, de esa no me va quedando nada. Y por ahora, a pesar de que ya llevo un rato fuera del ring, todavía creo que puede pasar algo que equilibre los tantos entre el mundo y yo. La cosa va a ser cuando ya esté todo el pescado vendido, más que ahora que todavía me queda fantasía suficiente como para mandar cuentos a concursos y quedarme esperando el gran final.
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No pierdas la esperanza. La vida siempre da revancha.
ResponderEliminarHay que tener Fe, y paciencia.
Un abrazo.