jueves, 5 de agosto de 2010

Diez años después

No me hubiera imaginado esto hace una década, allá en la suite nupcial en Colonia del Sacramento, pero acá estamos, con todos los sueños cambiados. Caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Y eso que vivo pensando en lo que dejé atrás, y en cómo debería haberlo hecho. Creo que ya lo dije antes, caminante, no hay camino

sino estelas en la mar

cómo me gusta, y cómo duele

2 comentarios:

  1. Bueno, no hay camino si no hay renuncia.

    De todas maneras, si hay vida, hay esperanza.

    La vida te ofrece revanchas. Hay que darle oportunidad.

    Un abrazo.

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