Tarde soleada de viernes. Intento llevar niño más chico al parque de los niños, valga la redundancia, en horario de siesta, una hora antes de que los grandes salgan de clase. Para cuando llego, tengo un pichón dormido en la sillita. Madre previsora, me llevé para estrenar mi desafío cultural de este semestre, ¨Ulises¨, de James Joyce. Me ha gustado más la introducción (bueno, la parte que leí porque incluye comentario completo de la obra) que las tres o cuatro páginas que logré hojear antes de caer en un letargo inevitable. Un plomazo la traducción al español, pero sospecho que en inglés sería inabordable. Conclusión, el libro me provocó una reparadora Siesta de Taxista al Sol, aunque abría los ojos cada unos minutos, no sea que se apareciera algún chorro. Pero estaba hermoso ahí afuera. Pero bueno, puedo decir que lo intenté. Aunque está claro que no va a ser mi libro de mesa de luz...
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El "Ulisses", o lo leès en el idioma original, o te tenès que cortar los "(censura)" con una manòn.
ResponderEliminarEs como el "paraìso perdido" de Milton.
No hay traducciones que sirvan.
Un abrazo.
uh, y encima era con dos ¨ss¨!
ResponderEliminarMe hiciste acordar que yo me había bajado una versión electrónica hace unos años, en la vieja pc y nunca llegué a leerlo porque en español parecía insopo. Haré lo que pueda