miércoles, 18 de mayo de 2011

Tarde de paz

Estoy en casa con los dos chiquitos. La empleada fue a buscar a Andrés a la fono y yo zafé de andar con el culo  en el auto una vez más en el día.

En un cuento de Salinger están reunidas dos antiguas compañeras de universidad, ya en sus vidas de casadas y demás.  La dueña de casa detesta entrar a la cocina donde está la empleada.  Mi lado burgués me avergüenza pero es tan intenso.

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