Estoy en casa con los dos chiquitos. La empleada fue a buscar a Andrés a la fono y yo zafé de andar con el culo en el auto una vez más en el día.
En un cuento de Salinger están reunidas dos antiguas compañeras de universidad, ya en sus vidas de casadas y demás. La dueña de casa detesta entrar a la cocina donde está la empleada. Mi lado burgués me avergüenza pero es tan intenso.
Hace 14 horas
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