Esta semana me pasó al meoos dos veces, abrí ¨nueva entrada¨ y nunca terminé el post, o más bien, ni lo empecé. El nuevo número de hijos que tengo me está superando, cada día parece una batalla contrareloj, por un lado, y una lucha casi cuerpo a cuerpo con el nuevo (el primero, bah) preadolescente de la casa. Así que para sofocar la rebelión permanente, este feriado estamos haciendo paseos diarios, y a que no sabés qué? ya anda con cara de orto en las salidas familiares y no cumplió los 9. Yo esperaba que eso se diera a los 14, a los 13 ponele, pero esto es un poco pronto. Me despido con la descripción de Guille sobre un lugar del conurbano bonaerense ( cuyo nombre prefiero no recordar?): ¨ese pueblito donde fuimos hoy es una mi...¨
Hace 1 día
Que pre adolescente ni nada, que se limpie los mocos y se deje de joder, al final una tiene que cargar con las etapas de medio mundo. A los 9 años es un nene chinchudo y tiene dos trabajos: enojarse y desenojarse. (Y si no amenazalos con la tía Paula)
ResponderEliminaruh!! en vez de la psico lo tendría que haber mandado contigo!!! ahora se ganó una compinche para quejarse de nosotros... y encima le tenemos que pagar!!!!
ResponderEliminarPero dejalo que se queje si es feliz, dicen que todo hijo (adolescente) tiene su castigo: tiene hijos adolescentes. Jaja, en serio, pobre, es duro ser el hermano mayor de tanta gente (yo lo soy de cuatro) pero tambièn tiene sus ventajas y cuando somos tantos cada quien busca acaparar la atención a su manera no?
ResponderEliminarYo a los mìos siempre les lloro primero, me els quejo primero y les recuerdo que las madres tambièn somos seres humanos y "tenemos problemitas"