Lunes de la madre

En el día de la Madre recibo casi siempre regalos de último minuto que mi marido sale a comprar  al outlet de la otra cuadra justo antes de que cierre. Pero lo que cuenta es la intención, el amor. Eso ya lo sabemos.
Pero esta mañana tuve un regalo especial, Guille (9 años) que es un marmota, siempre, hoy se levantó antes de las 7, yo escuché el ruido pero me quedé quieta esperando (y tratando de despertarme). No se oía nada sospechoso, peligroso, sino el chshshshshshs del sartén. Cuando la cosa parecía extenderse de más, de un salto me tiré de la cama, y llegué justo para hacerle apagar los huevos revueltos que me preparó. Después hizo jugo de naranjas.  Nada de caos, y los dos mayores ya levantados y vestidos. Me dijo
-ayer te quería hacer un desayuno pero no llegué a tiempo.

Una belleza de lunes!