miércoles, 15 de agosto de 2012

inversamente proporcional


Como si fuera una estudiante de Dr. House: para un trabajo al que me presenté, me proponen un test. Tengo que escribir un reporte sobre un tema. No es una papa. Como volviendo a  la facultad,  mi poco tiempo libre se diluyó en eso hoy, sentada, haciendo un poco y pensando mucho. Sólo que en el medio entraban y salían niños, gritaban, peleaban, lloraban.  Cuando estudiaba en la facultad usaba todo mi tiempo, todo mi ser, enfocado en lo que tenía que aprender. Con esfuerzo. Después venía la alegría, el alivio, la realización, que siempre me sorprendía (bué, también me bocharon más de un par de veces). Pero ahora  ya no me siento capaz de esa entrega. Esas cosas son como trajes que me quedan grandes. Me encogí al estátus de madre que hace todo recortado en pedacitos. Lo importante es una miñanga, mi foco desenfoca.  Tengo todo al revés. Me digo que lo voy a intentar.

3 comentarios:

  1. Tu foco no desenfoca, es que la vida nos cambia... Más de una vez me quedé pensando en lo poco capaz que me siento para, por ejemplo, escribir una tesis...

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  2. El tiempo pasa y se tienen diferentes responsabilidades. El día tiene 24 horas, hagamos una cosa o 20. Es cuestión de poder manejarse sin dejar de lado nada importante.

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  3. De a poquito lo empecé, lo único que me queda claro es que me voy a sentir mejor si lo intento, aunque termine haciéndole honor al título de mi blog...
    besos y gracias, Calderón y Abril

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intentalo que podés!