Ya te conté que el último embarazo me dejó con presbicia y amnésica, un desastre. Bué, la cosa es que envié por 2a vez, sin querer, un mensaje para hacerme amiga en Facebook del que fue mi jefe por decirlo así, cuando yo era becaria a los 22 en un grupo de neurociencias. Él tendría 27, era regrande y estudiante de doctorado. No, nada de onda de esa, era un chileno medio pigmeo y de pelo largo, y yo le sacaba por lo menos una cabeza de altura. Pero era muy simpático y nos llevábamos muy bien. Y eso, nos teníamos ese cariño de los compañeros de laburo, y pasamos unos tres o cuatro años juntos. Y tá, después no supe más de su vida, yo me vine para Baires, él se volvió pa Shile. Y era un tipo muy reflexivo, muy filosófico. Supongo que ya tuvo tiempo de pensar que vivimos en el presente y que el pasado no essiste man, ni el futuro. Eso si sigue siendo medio monje Zen como yo lo recuerdo. Eso me lleva a clasificar al mundo en gente que cree que no cambió desde los veinte, gente que cambió tanto que no se reconoce en aquel de esa época. y otros que cambiamos pero creemos que no, que seguimos igual. El grupo 1 y el 3 somos los nabos que invitamos amigos de otra era al facebook de hoy. Después del saludo, ese saludo que sería genial si nos cruzamos por la rambla, por Dieciocho de Julio, en alguna playa o quién te dice, en un buquebus, un aeropuerto. Después del saludo, no queda nada
Hace 20 horas
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