Mateo ya se distrae de la teta cuando hablo fuerte. Se para en seco, abre la boca y me mira para arriba con esos ojitos azules divinos. Sonríe de cotelete y yo le converso. Me lo como a besos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Una vida medianamente frustrada
No hay comentarios:
Publicar un comentario
intentalo que podés!