Acabo de tragarme en la tele un rato de ¨isla del drama¨, un reality show en dibujitos (quién fue el enfermo que lo inventó??!!) que ve mi hijo de 8 años. El horror total pero a él le gusta y no hay forma de que se lo cuestione. Y entonces me pongo a divagar sobre su futuro, lo imagino tirado en un sillón, sin voluntad para hacer nada (como aquel novio mío...).
Hoy fue al supermercado con el padre y se compró un chupetín con tapa, de esos que se guardan. Asco total. Si tiene plata la quema. No hay forma de que ahorre aunque quiere tener la nintendo psp (o algo así).
No le gusta el fútbol ni siquiera en la tele aunque a veces juega, pero sólo con su grupo de amigos. No quiere ni intentar con el basket (para tristeza de su papá), ni con el tenis. Nada. No se quiere aprender las tablas, te dice ¨fácil, sumo 7 veces 7¨. O sea, tiene las condiciones perfectas del inteligente que cree que va a lograr todo sin esfuerzo. Me pregunto si espero demasiado de él, si lo critico demasiado. A mí no me criticaban de frente, en realidad todo lo pensaban por detrás. Sólo me decían ¨sos igual a tu padre¨ cuando hacía algo mal. Era el peor insulto que se escuchaba en mi casa. La cuestión es si yo exagero, si todo esto es normal y va a estar todo bien, si no va a caer en los males de quien tiene todo y nada lo entusiasma, que no sabe esforzarse ni le interesa. Cuál es el problema con eso, que no va a ser exitoso, que no va a ser felíz?
y que sea lo que sea, todo va a ser por mi culpa?
Ufa ché
Hace 1 día