Estas vacaciones no van a quedar en la memoria de mis hijos como las más divertidas. Es más, temo que durante los próximos años me las reprochen repetidamente a causa de los pocos programas que he podido armar, y de todos los planes que me fallaron. Estuve una semana en Uruguay en plan de ¨resolver asuntos¨ familiares, y mis hijos se pasaron los días en casa de la abuela. Tienen dos tías sin hijos pero el único programa que se les ocurría era salir a llevar a la abuela al médico o al supermercado. Cada vez que estoy varios días así en Montevideo, recuerdo lo bueno que es vivir de este lado del charco y no tener a mano a la familia política. Bueno, de mi familia no hablo porque no existe técnicamente. Después, este lunes volvimos a casa, al calor de la calefacción y los días fríos, nada mejor que quedarse adentro. He invitado amiguitos, lunes miércoles y viernes, que no es poco. Hoy está soleado y me da ganas de cargar bicicletas en el auto hasta que recuerdo que me duele la espalda, las bicis están desinfladas y los nenes no se terminan de levantar de la cama
Hace 1 día