Antes de que me olvide, acá va mi lista. Después de mi último romance con Junot Díaz, me llevé a la playa
-Pájaros en la boca. Samantha Schweblin: provocadora, algunos cuentos me molestaron hasta como para agarrarla del cuello de la campera y sacudirla, ¨nena, qué te pasa???!?!?¨. Eso es lo que se dice, arte moderno, supongo. No sé, te lo recomiendo si querés, y si no, mejor que no. Tiene muy buenas críticas. No puedo dejar de pensar que es debido a lo que ya mencioné, se sale de los cánones. Pero para mi gusto, un poquito pedante.
-Estrella Distante. Roberto Bolaño: mi primer Bolaño, me robó el corazón. Por algo dicen que es el último gran escritor latinoamericano de la gran época (aunque el tipo nació en el ´49). Aunque se trate del tema más latinoamericano del mundo (jóvenes, golpe de estado, dictadura, exilio), vale la pena. Mucho.
-Dubliners. James Joyce. Un librito de bolsillo que tenía hace años, me lo llevé como repuesto porque calculé me iba a quedar corta de lectura. Me sorprendió (si, no me expliquen que después de eso escribió Ulyses... te digo que al volver a casa intenté agarrarlo una vez más y fracasé again. Ya llegaré?). Muy buenos cuentos. No los terminé todos, porque me topé con:
-Amores cimarrones. Las mujeres de Artigas. Marcia Collazo: siempre que estoy en Montevideo me ataca el patriotismo cultural, y trato de traerme algo especial de allà. Bueno, muchas veces es gastronómico. Pero caí frente a este libro y me dio curiosidad. No se lo puedo recomendar al mundo entero, pero es una interesante descripción de época. Hasta te enamorás de Artigas, te digo. Lo compré con la esperanza de que me deslumbrara una voz narrativa nueva. La primera impresión fue decepcionante, por el tono campero aparente, pero tiene su propia densidad y sabiduría. Vale lo que pesa (600 páginas!).
-El país de las mujeres. Gioconda Belli: lo estoy leyendo ahora (lo agarré en el mismo envión que el de las mujeres de Artigas). Bien, pero no me enloquece. Hace años leí algo más de ella, y me pasó lo mismo. Es como que espero más de lo que encuentro. La poesía de Gioconda Belli me atrapó más, alguna vez.