martes, 8 de abril de 2014

La tristeza


No es un dolor propio. Pero es el dolor más atroz que se puede imaginar. Es parte de mi círculo social. Una madre que perdió a sus dos hijos hace un mes. De vez en cuando sube fotos a Facebook, escribe comentarios. Es una tristeza ajena pero tan pavorosa que me traspasa. Después me olvido por un rato, sigo viviendo. Pero ella tiene que respirar, existir cada segundo sabiendo que sus hijos están bajo tierra. Todos, en un momento u otro, estamos a segundos de que el azar nos de vuelta la vida. Sólo eso

2 comentarios:

  1. Por desgracia conocí ese tremendo dolor ajeno también, ya hace varios meses, lo mismo que vos contás, duele en carne propia y nos hace reflexionar, bueno, sin mucho más que decir, besoss

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intentalo que podés!