lunes, 11 de noviembre de 2013

La mirada de los otros


Además de la vida real que me tiene un poco desbordada, el enorme ciberespacio en sus variantes, que me distrae cuando podría tener tiempo para escribir en el blog, mi cabeza que no para de hacer ruido desde que puedo recordar, me he visto algo intimidada por una gran amiga que me pidió la dirección del blog para pasar a visitar. Gran persona, brillante, honesta, intuitiva, afectuosa, eficiente, generosa y montones de adjetivos más que podría seguir enumerando, en suma, una de esas mujeres que  admiro y por lo tanto enseguida tuve que advertirle de todas mis fallas, mirá que el blog está en baja, que me repito porque llevo ochocientas entradas y te podrás imaginar que mis problemas son más o menos siempre los mismos, y además me olvido de lo que ya dije porque sigo siendo la misma despistada de toda la vida, pero un poquito peor. En fin, que podrías buscar entradas más viejas, de cuando yo tenía más energía. Y entonces, será eso o no? pero ahora siento que me olvido un poco más que antes de venir a regar las plantitas de mi mundo virtual. Freud hasta en la sopa, mi subconsciente me advierte que no voy a escribir algo bueno que me haga quedar bien.  Aunque la vida me hizo bajar las expectativas sobre mí misma, parece que no ha sido suficiente.

1 comentario:

  1. Es un riesgo de escribir, creo, siempre se deja algo de uno ahí y siempre queda la lo de la desnudez del alma :o

    Abrazos.

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intentalo que podés!