En mi vida familiar, esta semana he hecho un esfuerzo grandecito para manejar niños, casa, trabajo, cumpleaños, traslados, y todo equilibrado. Ya pasé la peor parte, mañana viernes es un día fácil. Pero en mi vida laboral o simplemente en el mundo exterior, puedo sacar la cuenta de tres pequeños detallecitos, comentarios apenas o actos que quizás no estén relacionados con mi persona (pero lo están). Cosas que pasaron y que me dan vueltas por la cabeza, que me atacan en medio de los insomnios que le han dado a Mateo estas últimas noches (no está comiendo bien el pichón). Y yo ahí, sola con mis ideas, me siento juzgada por esos tres pulgares para abajo.
He cambiado en muchos aspectos de mi ser, pero en eso (la inseguridad?) no cambio más.
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A mí la vida me cambió, o mejor dicho, la vida me está cambiando, de a poquito, al darme cuenta que la mayoría de las personas son tan o más inseguras que una misma.
ResponderEliminarIgual todavía me pasa de amargarme toda una semana (y peor aún, todo un finde) por cosas ínfimas...
También pienso cuantas veces uno mismo debe decir o hacer esas cosas ínfimas de nada, al menos para uno, y el otro se queda bajón una semana... yo pensé que nunca había hecho algo así, pero me fui enterando que sí lo hice. Igual que dar miedo, no puedo entender que alguien me tenga miedo... pero bueno, ese no es mi problema no?
Que pase pronto!
Besos!