El primer intento, siendo ya las once de la noche, duró milisegundos y no me vino nada a la mente. La segunda vez si, me cayó a borbotones. Toda la info del día. Mañana de italiano, primera vez en la vida en que estoy en un curso de idiomas que me supera. Bueno, no me superaría si estudiara, si hubiera leído los capítulos del libro que están comentando. Después la corrida del mediodía, traer a mi bebote a upa del jardín, besuqueando esos cachetones y miando su carita feliz. Almuerzo, lucha para que coma. Llegada de Andrés, almuerzo, segunda edición, salida a las corridas rumbo al Sendero. Agus llorando, se queda en casa y me parte el corazón. Mientras Andrés está en terapia, voy al Walmart del Dot y encuentro una góndola enorme con productos para celíacos. Desde anoche entramos oficialmente en ese mundo, uno más de los mundos extraños por los que nos ha llevado Andrés. Yo sabía que había galletitas, alfajores, fideos. La buena nueva, hay harina mezcla de maíz y arroz, premezclas para pizza y bizcochuelos, un tema que anoche me desveló en medio de una despertada nocturna. De pronto me dije: ¨no vamos a poder comer más pizza en esta casa¨. YA me veo comiendo pizza libre de gluten. Además le compré unos mix tropicales, coco, avellandas, a ver si logro cambiarle las meriendas que lleva por nuevas variedades gluten free. Creo que voy a volver a amasar tapas de tarta como hace años que no lo hacía, desde que empecé a comprar las Blancaflor, La Salteña y sus amigas.
Siguiendo con el rumbo de la tarde, después del Walmart le hice un upgrade a mi dotación de jeans, con uno de Rapsodia. Volví corriendo al Sendero, de ahí nos vinimos a casa y abrimos la primera caja de alfajores sin gluten. Antes de darme cuenta ya se me hacía tarde para salir a buscar a Guille, jueves, tae kwon do. Ida, vuelta, una horita. Llegada a cocinar, Rosa estaba cortando verdura pero mi plan era hacer chop suey, hace años que no hacía uno verdadero. De cerdo. Baño de niños en el medio, luego arrancar a darle de comer a Agus antes que a los otros. Al fin llegó G., y tuvimos algo de tertulia famiiliar.
Con la mano enyesada zafa de desvertir niños, lavar dientes. Y ahora ya estoy en la recta final, otro día en el que no pude ni acercarme a cumplir varios de mis pendings personales, y buá.
Estoy en el cuarto de los nenes, Agus lucha pero ya está cayendo dormido, o casi. Mañana tenemos que estar 8 y media en el colegio (10k). Y dejar al baby en el jardín (2 cuadras!), media hora antes. ES una misión imposible
Hace 2 horas
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