reflexiones de domingo, después de unos pastelitos de membrillo

No nos podemos quejar. Fue una tarde soleada, logré el objetivo primordial asignado a este grupo familiar: sacar de la tele a Guille durante el horario diurno. La excusa, taller de arte de la ribera. ambiente silvestre, cerca del río, aire de mar con los veleritos lejanos, chetos, progres, y paisanos. Todos juntos. Música del altiplano. Y para rematar, unos pastelitos de membrillo, memorables, de esos de las vacaciones, de cuando refresca en punta del diablo. Volvímos con Agus dormido. Nada es perfecto pero por alguna razón no me desespero. Tiene un ritmo distinto al de Guille cuando era chico. Sé que lo puedo despertar, no como al otro cuando era bebote. Bueno, y entonces, cuál era mi reflexión? ah si, que llegué tarde a los blogs. Cierto que este es mi segundo bló pero igual, los bahuaus de blogger ya llevan años en esto. Desprecian, o ignoran a los bloggers de último momento, esos que se suben a la moda cuando ya va quedando groncha. Son los que dentro de poco dejarán de bloggear porque ahora cualquiera es blogger. Pienso dónde estuvieron mis errores para no empezar esto antes, tengo varias respuestas:
1- No sabía que existía blogger!!!! o sea, ignorancia pura. Leía blogs de diarios, etc pero ninguno de estos tan ´cool´de las chicas de palermo
2-No me animaba a escribir de mi vida porque realmente llevaba dentro mío asuntos más profundos y dramáticos, que no se me cruzaba por la mente revelar al mundo, aunque nadie lo leyera. Hoy las mismas cosas me parecen repetidísimas y nada ya es demasiado dramático. A los demás les importa todo un pito. Y uno se acostumbra a todo.
3-Durante algunos años no escribí mucho, o nada, salvo dentro de algún taller literario del que entraba y salía al ritmo de mi status laboral ocupado/desocupado

Así que sí, queridos cool bloggers con toda la onda de palermo, llego tarde al blog como a las botas de caño alto, me equivoqué y doblé para el otro lado justo en alguna esquina de internet, tres o cuatro años atrás. Y recién llego. Nos estamos viendo