martes, 25 de noviembre de 2014

qué pasó, qué pasó que la hinchada se cayó


Fiiuuuuuu es que no sé dónde tuve la cabeza, probablemente en los links de twitter y contestando whattsapp a la vez que cocinaba cuidaba a mis hijos y cubría las variadas ocupaciones flotantes de mi vida como madre full time. También tuve unas vacaciones de una semanita, eso hay que decirlo. En el colegio de mis hijos ya no saben qué vacaciones más nos pueden echar, y pusieron unas a principios de noviembre. Volvés ya pronta para la Navidad pero resulta que hay que tirar como seis semanas. Por suerte en el medio tenemos dos feriados como  para descolocarnos rápidamente cada vez que estábamos por volver a ponernos a tiro con el mundo.  Y el 2014 ya se nos va. Me apuro a tirarte mi propósito para 2015? noaoaoaaaa para quéeeeee. Lo dejo picando porque hoy, sí, casi a fin de noviembre de mis cuarenta y tres años, porque esta vez ni siquiera postié para quejarme de lo mismo de siempre, bueno, nada, que me he inventado un nuevo sueño para tirar un poquito para adelante, un poquito para arriba. Después te cuento si lo logro o no. Por las dudas ya te voy deseando felices fiestas, creo que la próxima será una foto con el arbolito. Ni a los jacarandás de Novimebre les saqué esta vez.  Ya vendrán unas fotos de relleno. Bye!

martes, 14 de octubre de 2014

Y yo recién me entero del asunto, premio Dardos

Estamos llegando a la recta final del 2014 y yo me niego a soltarme del querido blogger:  y de pronto me llegó una excusa, justo cuando empezaba a faltarme el ánimo,
ví que mi amiga Zamanis de  I´m calling your name, don´t know my own me nominó al premio, así q yo agradecida y contenta, le doy  el premio  a los siguientes blogs de grandes escribidores locales, pasen y lean!!

dialogos inventados
rayos y culebras
un desvario por jueves
un silencio precario
Y el viento nos amonotona

Y las instrucciones son:
Al recibir el premio hay normas que seguir y son las siguientes: 
1- Incluir la imagen del premio el blog 
2- Mencionar y enlazar el blog que nos ha otorgado el premio 3- Premiar a 15 bloggers





miércoles, 17 de septiembre de 2014

Vengo de un país chiquito como una ciudad



Estuve en montevideo y en la tapa de la revista Caras uruguaya aparece un ex compañero de colegio que relataba los partidos de fútbol del recreo con un megáfono en la mano. Hoy es un relator de televisión muy famoso que cubre los mundiales desde hace veinte años y no sé cuántas cosas más. Hace un rato leí un diario de Montevideo donde se nombra a un economista uruguayo ¨doctorado en Estados Unidos y reconocido por sus pares¨, y cuando ví el nombre supe que se trataba de aquel compañero entre nerd y agrandado que tuve en tercero de liceo en el año que estuve en el Seminario, colegio de curas de lo más elitista de la ciudad. Lo confirmé al googlearlo. Qué más, otro compañero de facultad va a ser orador en una charla TEDx en las próximas semanas, otro encabeza una lista de diputados por el FA y metió en su lista sábana a unos cinco o seis compañeros más de la la facultad. Algunos de esos son los futuros Grados 5 de cátedras de la Universidad de la República y  actualmente son profesores prestigiosos e investigadores reconocidos.  Y yo no puedo dejar de sacar cuentas sobre lo que hice con mi vida y no parece suficiente. Es cierto, ninguno tiene cuatro hijos, uno discapacitado, vive solo en una ciudad sin un pariente a quien acudir para ayuda. Muchos de los que nombro son hombres, pero en la lista general hay mujeres, casi todas con dos hijos, que nunca pararon y tienen una carrera académica y en investigación. Me pregunto si algún día voy a vivir en paz con mi vida.


jueves, 11 de septiembre de 2014

Ya estoy para el remiendo



Acá estoy otra vez, con el corazón remendado. Pero a pesar de que ya me lo rompieron varias veces, allá lejos y hace tiempo, esta vez es literal, en un par de meses tuve mareos eran producto de una arritmia y  que luego escuché al cardiólogo decir que eran ¨pre síncopes¨, medicación que no funcionó, y al final, me hicieron un procedimiento: se llama ablación electrónica, y sirve para cortar la arritmia (pero menos mal, nada de cortar por ningún lado, se entra por la arteria femoral, con un catéter).
Ya está todo funcionando perfecto pero a pesar de que confío en la ciencia, un poquito así de dudas me quedaban sobre qué iba a pasar. El lado bueno de todo esto es que el marido se arremangó a cuidarme a mí, atender a los niños y sus horarios en la manera que se lo vengo rogando hace nueve años, y que posiblemente sea la causa de que haya terminado con el corazón machucado de estrés y no de penas de amor.  A partir de ahora debería entrar en la onda zen y yoga kind of, pero mi problema es que en la hora de relajación me pongo a hacer la lista mental del supermercado, los pendings y la sumatoria de frustraciones de mi vida, y no llego al estado alfa ni ahí.
Otra de las grandes recompensas de estos días ha sido la canilla libre de Netflix  y HBO on demand. Ahora me estoy dando el gusto atrasado de mirar ¨The Newsroom¨, que además de la historia de cómo hacen unos periodistas para contar las noticias con ética, también tiene unas historias de amor metidas en el medio, como siempre.  Para entretener al corazón, why not.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Todavía puedo seguir coleccionando de estos

Todavía me queda un bebote de tres años y medio, y aunque los demás hijos puedan hacer sus gracias acordes a sus edades, lo de Mateo es un desparramo: en un ratito nomás te puede largar tres al hilo

-¿y comieron la merienda en el jardín hoy?
-no, comimoz la decolazión (la colación!!)

-Mirá que te pezquillo, Guille!!  (pellizco)

y el tercero era algo de los zombis muy gracioso pero que ahora no puedo recordar, porque son muchas las gracias y porque se me escurren como agua entre los dedos, estos momentos tan lindos de los que me va a quedar una risa brumosa haciendo eco en el pasado para cuando sea vieja, si es que llego. Así estamos ché








jueves, 14 de agosto de 2014

Reflexiones sobre la vida, en el Carrefour, dónde si no

Esta semana tuve que hacer una visita extra al carrefour, para comprar  gaseosas, papas fritas, en fin, toda la basura necesaria para festejar un cumpleaños como el capitalismo manda.  Si una compra semanal me molesta, tener que ir dos veces al supermercado, agarrar un carro y llenarlo, en el lapso de cuatro días, me dispara la sensación de incomodidad, culpa burguesa, fracaso, en fin, me estresa, resumiendo. Vos me dirás, se nota que no estás trabajando porque te estresa cualquier boludez, y sin embargo la ida al supermercado a la mañana, con pantalón deportivo simboliza todo lo que soy, aquello en lo que me convertí, y no sólo eso, sino que es exactamente lo que despreciaba antes de caer en ese lugar.  Si, y esto ya lo debo hacer escrito cien veces en este blog, en el otro y más. Pero la cosa es que mientras transito góndolas voy en estado de atención  flotante y sacando conclusiones, las mismas cada vez, pero que me parecen nuevas. Recuerdo a mi abuelo resoplando en su cama a medianoche,  rumiando sus fracasos, sus decisiones equivocadas. El momento en que uno se da cuenta que ya no hay vuelta atrás y que los sueños perdidos quedaron por el camino. Qué hay en mi camino? voy por el bulevar  de los sueños rotos, podré encontrar un desvío o al menos una óptica abierta en la ruta donde comprar lentes para ver la vida de otro color? Ese es el sueño que me queda pendiente: dejar de sentir que hice todo mal
Uh, bueno, ya está dicho

miércoles, 13 de agosto de 2014

No importa qué escribas, pero escribí


Sigo leyendo diarios de escritores, a velocidad caracola, pero ahí voy. Estoy con La novela luminosa de Mario Levrero. Me lleva a Montevideo del año 2000, extraño porque yo ya vivía en Buenos Aires. Siempre he leído novelas de Montevideo antes de que yo naciera. Esto y las canas que ahora sí se me empiezan a notar, son la pista de que ya estoy fuera de rango para todo. Todos tienen más onda que yo, las mamás del jardín de mi cuarto hijo, los arquitectos que hacen la casa en la playa, los jugadores de fútbol que ya no me calientan a pesar de que estén divinos, porque son unos pendex, y así el mundo. Estoy en onda Levrero, todo medio negativo. Y bueno, acá se puede, para eso están los diarios. Uno es el que se queja en el diario pero también, ese es un perfecto extraño, porque después salimos a la calle con la mascarita de la alegría.
Guille cumplió doce años. Otra señal de que estoy en el horno. Mi hijo mayor tiene trece. Soy la madre camino a los cuarenta y tres, creo que la mamá de mi primero novio tenía esa edad y para mí esa señora estaba hecha carozo. Obvio, ahora estamos todas mucho mejor, somos unas diosas, al menos en estado general. Después me entero que tengo una arritmia, me mandan pastillita para el corazón y me digo, todo cambió pero no tanto. Tengo la voz hecha pelota y no he fumado en mi vida. Y la lista podría seguir. En la Edad Media ya estaría con una pata en el cajón. Bueno, lindas reflexiones para una mañana soleada como la de hoy, en un café tan lindo como Nucha. Si, mejor vuelvo otro día, che

miércoles, 30 de julio de 2014

Me pasaron por arriba las vacaciones de julio


Estas vacaciones no van a quedar en la memoria de mis hijos como las más divertidas. Es más, temo que durante los próximos años me las reprochen repetidamente a causa de los pocos programas que he podido armar, y de todos los planes que me fallaron.  Estuve una semana en Uruguay en plan de ¨resolver asuntos¨ familiares, y mis hijos se pasaron los días en casa de la abuela. Tienen dos tías sin hijos pero el único programa que se les ocurría era salir a llevar a la abuela al médico o al supermercado.  Cada vez que estoy varios días así en Montevideo, recuerdo lo bueno que es vivir de este lado del charco y no tener a mano a la familia política. Bueno, de mi familia no hablo porque no existe técnicamente.  Después, este lunes volvimos a casa, al calor de la calefacción y los días fríos, nada mejor que quedarse adentro. He invitado amiguitos, lunes miércoles y viernes, que no es poco. Hoy está soleado y me da ganas de cargar bicicletas en el auto hasta que recuerdo que me duele la espalda, las bicis están desinfladas  y los nenes no se terminan de levantar de la cama

domingo, 13 de julio de 2014

La final del Mundial, otra vez


Para  Lola  y su post mundialista

Año 1978, eran las vacaciones de julio y yo estaba en primero de escuela (traducción uruguaya de ¨primer grado¨), me había ido a la estancia de mis primos, cinco varones, a donde iban otros primos de ellos, y sumábamos unos diez, todos sentados en el piso de piedra laja, frente a la tele, con la estufa a leña atrás. Todos hinchando por Argentina, gritando como locos con los penales. Por ahí supongo que me atrapó el fútbol de chiquita. Todavía era muy inocente para la rivalida oriental con los hermanos porteños. Saltamos a la final del ´86, yo tenía catorce años, ya había desarrollado completamente el repudio uruguayo al porteño vacacionista, al cheto que llegaba en verano a punta del este y dejaba un reguero de costumbres nuevas, palabras, peinados y ropa. Me acuerdo del bajón y de pensar ¨quién los va a aguantar este verano¨. Esa época tan creativa no duró, o la globalización nos hizo perder la dependencia de la gran ciudad, no lo sé. Después vino la final de Italia ´90: yo estaba en Estados Unidos como estudiante de intercambio, encontré un canal mexicano que pasaba los partidos. No puedo acordarme si hinché por Argentina.  Estaba a punto de volver a Uruguay, a decidir qué carrera elegir, adecuarme otra vez a vivir con mis abuelos, cambiar de compañeros de clase, todo eso me tapa lo que pasó en esa final. Aunque yo tenía el sentimiento anti porteño incorporado desde años atrás, los estudiantes de intercambio alemanes eran tan soberbios, sumados a la simpatía sudamericana provocada por la distancia, que tengo la sospecha de que hinché por Alemania.  Y después ha corrido tanta agua bajo el puente.  Jamás en mi vida adolescente, en ningún plan imaginario pude prever que iba a terminar viviento en Argentina, y madre de cuatro argentinitos. Esta final de Brasil 2014 me agarró hinchando por Argentina de corazón

miércoles, 2 de julio de 2014

Tengo que hacerme el service, ayer se me rompió el filtro


Mejor ni releo el post de ayer, creo que solté a la jirafa agrandada que normalmente tengo con bozal en el patio de atrás.  No me escuchaste mundo, creeme.  Pero hablando de services, ando para el cambio de correa y cubiertas, me están estudiando una arritmia y de allá lejos, cruza de homeopatía con pósters de facebook, recuerdo la idea de que la mente enferma al cuerpo.  Cuando lo leí por primera vez, además de ser una estudiante de ciencias, tenía veintitrés años, algo así. No podía entender cómo se llegaba  a esa conclusión que hoy me parece tan intuitiva y acertada. La tensión en mis hombros, los problemas gástricos, y ahora el corazón sacudido fuera de ritmo son el espejo perfecto de mi personalidad y mi vida de los últimos veinte años. Todavía tengo la piel bastante bien, y todo lo que tiene que colgar o estar firme en mi cuerpo se mantiene en una posición relativamente decente. Eso es el afuera: mucha crema, ejercicio, me dirás.  Pero por dentro parece que el tiempo pasó más rápido y más intenso. Ahora tengo que dejar de enardecerme a lo Hulk cada vez que el mundo se me va de control. ¿Podré cambiar todavía?

martes, 1 de julio de 2014

Entonces te lo digo Mundo, soy una escritora (mala pero escritora)


Los escritores nos curran con cursos y talleres, es cierto, a los pobres ingenuos que soñamos con tocar el cielo de la literatura, que queda allá, alto, donde hay una editorial que un día  publica un libro nuestro. Pero además de currarnos, hay algo, un polvo mágico que se libera cuando escuchás y lees cosas que te sacuden el coco.  Y en eso ando yo, vengo de un curso sobre diarios de escritores, son pocas clases, y la lista de diarios es muy larga, con lo cual apenas podré darle una olida a la mayoría de los textos. Hoy estuvimos hablando de algo que creo ya he comentado antes, escritores como Virginia Woolf, Kafka (Katherine Mansfield, Alejandra Pizarnik y varios más) llevaban diarios en los que hablaban de que no podían escribir y se pasaban dudando sobre el valor de sus propias obras. Si si, eso me da esperanza de que quizás yo no sea tan mala. O mejor, más cerca de la verdad, al menos tengo los problemas típicos de los escritores:
-me quejo de falta de tiempo para escribir, pero cuando tengo tiempo se me evapora sin escribir nada
-pienso que lo que escribo es horrible (en mi caso puede ser 100% verdadero, pero calculando que comparto el 50% de los problemas con grandes escritores, ¡me pone de excelente humor!)

Por suerte blogger y yo estamos en decadencia gracias a Twitter y Facebook, así que puedo seguir con este tema en próximos posts, hasta que la próxima depre me tire abajo, cosa que puede pasar really soon

PD y no he dicho más nada del Mundial porque desde la mordida de Suarez y la gran venganza ¨game of thrones¨ de la FIFA, la muerte anunciada de Uruguay con Colombia, los penales entre Chile y Brasil que casi me hacen llorar a mí,  estuve un poco más atenuada en mis emociones. Pero hoy ví el gol de Argentina en el bar de la esquina del colegio, y a pesar de que no me sale el grito de gloria como cuando la Celeste hace goles milagrosos, me hace felíz de una manera generosa,  saber que esta alegría le pertenece a la gente que quiero acá, en este país. Ya no soy de ninguna parte pero si, soy un poco de acá.

domingo, 29 de junio de 2014

hora del aterrizaje forzoso


El reloj de la compu marca 18:28, estoy a dos minutos de la hora límite donde oficialmente se acaba el fin de semana. El bajón repetido e inevitable. Trataré de sobrellevarlo con dignidad y energía. Ya tomé ánimo con un capitulito de How I Met Your Mother que miré acá escondida en mi rincón propio. Y con la esperanza de que pasadas las diez, cuando tenga a todos (o casi todos), en la cama,  podremos mirar con marido otro chapter de Game of Thrones. La joda en mi vida pasa por ahí estos días. Ahora, A laburar

miércoles, 25 de junio de 2014

O fantasma do 50



¡¡¡¡Un bocado de gloria!!! Si, La Patria es El Fútbol, Señoras y Señores, y otra vez en este mundial nos estamos divirtiendo como locos. Por ahora

Vamo´arriba la celeste!

domingo, 22 de junio de 2014

Ya lo dije? Tengo que cambiar mi Relato


Pasan los años y me siguen persiguiendo los mismos pensamientos obsesivos, como diría mi psicóloga. Ya logré que la atención pase de la familia a mi persona. Bueno, es que voy yo en representación del grupo familiar… pero no era ese el eje de hoy. La cosa es que parece que tengo la punta del hilo de la madeja, que está muy enredada. Se me vive olvidando la razón por la que fui tomando las decisiones en mi vida, a pesar de que diariamente repaso y repaso, tengo que revisar mi versión de los hechos. Me baso en hechos tergiversados, (Creo que soy La Cámpora de mi propio pasado y acá nos vamos a pelear por algo que no tiene nada que ver!!).  La conclusión es que tengo que atrapar la versión original de mí misma. Y ver si me la banco.
Parece fácil, pero te aseguro que no lo es.

jueves, 19 de junio de 2014

dos comentarios en esta mañana fría


Que cuando quiero escribir no encuentro tiempo, y cuando tengo tiempo para escribir, no puedo

Que estoy un poco repetitiva, repetitiva

AAAh! y que miré el primer capítulo de Desperate Housewives y no lo pude terminar!,  una de dos, o los guiones  actuales están mucho mejor que las de hace unos años, o yo estoy muy sensible, me pareció una serie muy falsa y exagerada. ¿Dónde está la verdad?

lunes, 16 de junio de 2014

Lucha perdida contra las pantallas


Querido blog, como ya sabemos esta vida is not getting any better, así que hay que aprovechar la cosa como viene ahora, antes que nos saque la roja, o una daga escondida, al estilo Game of thrones.  Si ya estaba atrapada con Netflix y las boludeces habituales de facebook y Twitter, ahora caí además en el mundo del morbo, aka GOT.  Esta vez, como no me pasaba hace mucho, la sigo porque al hombre de la casa le copó, y sobre todo, para ver por qué fascina tanto, pero me decepciona frente a guiones como el de Mad Men, o Breaking Bad.  En fin, vengan de a uno a pegar, menos mal que estoy sola aullando en la noche de la web, es muy épica pero en el fondo es un refrito destilado de la mejor literatura de aventura, con el twist de que se puede decir, hacer y mostrar lo que se les canta. Pero no venía a eso, en realidad mi pelea está allá en el fondo de mi coco,  la vocecita interior que me rezonga porque no pude escribir una vez más, otro día más.  Siempre tengo otra cosa que hacer que me impide concentrarme. Y cada día pienso, mañana si, voy a escribir.  Mi premio consuelo: Estoy leyendo el Diario de Virginia Woolf, y una vez más me encuentro con ese tipo de problemas, ya me pasó con el Diario de Kate Mansfield, de Doris Lessing, incluso Juventud de Coetzee, y otros más que recordaría si fuera mejor (?) algo.  Vivo la lucha interna de los escritores, la contradicción, la dudaaajajaaaaa… si, ya estoy moviéndome de los cuarenta para arriba a velocidades vertiginosas y todavía mantengo por momentos la ilusión idiota de que me queda algo genial por hacer.   Supongo que un día me va a vencer el ego y terminaré autopublicando un libro, algo en formato short stories,  sólo para poder decir ¨si, publiqué un libro de cuentos¨.  Pero de ahí a escribir bien, sorprender, enamorar, qué lejos estoy.  Luego las caras de poker de quienes me lean, con suerte, menos  de diez amigos. Serán los que lleguen a ir a mi funeral? Me imagino algo medio looser, vacío. Si, ella era de Montevideo, acá no tiene a nadie. Y allá, tampoco. Algo así, y eso que no fumé nada. Nunca fumé. Bah, una vez algún novio me dio a probar una pitada de un porro pero yo ni sabía cómo hacer para tragar el humo. Y así estoy, escribiendo boludeces cuando ya es lunes por la madrugada y yo debería irme a leer blogs amigos. Pronto será, pero cuando me suelte de HYMYM (how i met your mother), voy a ver completo ¨desperate housewives¨ ya que  apenas ví algunos capítulos. Así estoy, la única respuesta que tengo es que soy un desastre en casi todo, voy en bajada por el mundo como Don Draper.  Listo, that´s  it.

jueves, 12 de junio de 2014

La peligrosa vida del ama de casa


Si, a vos que no me crees. No te estoy hablando de caerse para atrás de la escalera mientras tratás de subir la valija con la ropa de verano al placarcito que esta bien arriba en el dormitorio. Tampoco te digo una patinada sobre las baldosas mojadas de la cocina con una botella de cerveza en la mano. No, hablo de los peligros de la capocceta, la cabeza, no me malentiendas si lo tuyo es un problema de falta de italiano trucho, te lo explico: parece que me estoy volviendo neurótica, o más neurótica. Me lo dijo la psicóloga de familia, así que no es un insulto escuchado por ahí. La vida del ama de casa se vuelve repetitiva, sin sentido, la rutina agotadora y ella se convierte en una persona molesta, irritable, deprimida. Eso, cual reporte de Nat Geo en español neutro, lo leí en algún sitio perdido de la web. Y claro, ahí estoy, soy yo, un cuadro perfecto, una foto.  Qué puedo hacer para salirme del deathrow, o del yellowbrickroad, no lo sé.  Todo se complica cada vez más.  Voy rodando camino a los cuarenta y tres. Nada tiene por qué mejorar. Hijos que van a crecer si la vida lo permite, y yo que voy  a envejecer sin mucho más que hacer con mi persona. No me quedan muchos éxitos por el camino. Si todo sale bien y el destino no me espera con una daga trágica escondida en alguna esquina oscura. Así estoy, opaca,  un poco oscurita.

lunes, 9 de junio de 2014

Yo contra mí misma, siempre



Esas vueltas de los pensamientos, un laberinto donde siempre termino en el mismo lugar.  Nunca pareció que dejé atrás nada, porque vivo como en varias dimensiones al mismo tiempo: no dejo en paz a mi versión niña, a los errores de la adolescencia, a mis decisiones de adulta aún cuando hice lo que creí mejor. No, con la lupa del presente investigo cada rincón para ver más de cerca todo lo que no fue, o pudo haber sido. Basta de ser yo por un rato.

jueves, 5 de junio de 2014

Pachucha de libros (y lo último bueno, genial que me crucé)



Hace tiempo que no me pasaba esto, pero acá estoy, hay poco entusiasmo en la pila de libros de mi mesita de luz: Repaso, lo último que leí que me fascinó, fue Juventud de J.M. Coetzee, un festín total, la cabeza del tipo con veintiocos, recién llegado a Londres, no te voy a contar más, queriendo ser poeta. Parece un cliché, pero estos tipos lo construyeron.
Después, y salvando las distancias, leí Bajo este sol tremendo, de acá nomás de mi lista de Twitter, Carlos Busqued: hay que tener un estómago un poquito fuerte, de todas maneras, reconozco que tiene una soltura para escribir cualquier disparate, muy buenos sus personajes tan desconectados de los propios sentimientos.

Y ahí me quedo. Me compre ¨El laberinto de la soledad¨, de Octavio Paz, y me ha torrado bastante, es la soledad del mexicano en el mundo. Demasiado para mi vida. Otra decepción, ¨el cazador de autógrafos¨ de Zadie Smith.  Antes leí un libro de ella que me atrapó, ¨White teeth¨, pero con este, no logro engancharme. Después, dejé colgadas Las edades de Lulú, de Almudena Grandes. La peli, la vi en el 96, como todo en mi vida, o algo así, y fue por años lo más erótico y sugestivo que había visto en cine. No ví mucho porno, se nota. Pero el libro, y a esta altura de la vida, me aburre un poco. Demasiadas descripciones de chupadas, lamidas, tragadas. Tendría que haberlo leído como parte de mi formación académica para la vida, dos décadas atrás. Not now.
Y no te puedo confesar, Ulyses sigue acechando desde el estante de abajo de mi mesita, pero no hay caso, sólo de sostenerlo en la mano ya me aburrí. Ese es mi techo literario. Algún día lo superaré?  aunque leí ¨un día en la vida de Iván Denisovich¨ (Alexander Solzhenitsyn),  la cosa más tediosa que recuerdo, obligada para una clase de Modern World Novel en mi  lejano año de estudiante de intercambio en Estados Unidos, y me conformo pensando que con eso tuve suficiente para un día en la vida de alguien, en Siberia,cumpliendo trabajos forzados de por vida.
Necesito carne fresca, algo que morder y me atrape. Necesito ir  a dar una vuelta por mi librería favorita, la del livingcito con almohadones.

domingo, 1 de junio de 2014

Me escapo cinco minutos en el rush hour del Sunday evening


¿A qué hora se termina el fin de semana? es una pregunta que me hago cada domingo, (y ya me he hecho varias veces en este blog) y según el nivel de procrastinación que va acompañado de un equivalente de culpa, es el momento en que doy por terminada la ilusión  de bienestar del fin de semana. El problema es que, mientras yo ya bajé la cortina hace rato y estoy trajinando en la cocina, bañando niños y armando mochilas, marido sigue mirando tevecinq como si nada.  Le doy preavisos amables pero dos por tres la cosa termina en mala onda. Y la otra pregunta de siempre, que no tiene respuesta, ¿qué es peor, seguir insistiendo para que cambie su ¨percepción del tiempo y de las tareas y del tiempo que dichas tareas insomne¨y darme contra la pared sistemáticamente, o hacer todo yo y no esperar nada?. Me aburre lo primero pero no puedo renunciar, y no me resigno a lo segundo. Y en eso se nos va la vida. Pero al final, no es tan mala como parece.


miércoles, 28 de mayo de 2014

Estoy escribiendo como el orto, y qué?

¿Y qué? No tengo más remedio que escribir como el orto, porque me da la gana de seguir escribiendo. Es cierto que tengo tantos culpables para repartir, que los horarios, que el chiquito ahora no se duerme más a la noche, que cuando mis manos quedan libres, mi cabeza sólo quiere ver ¨how I met your mother¨, que Facebook y Twitter me distraen horas, sobre todo los links de Twitter, te juro que mi TL es interesante, encuentro excusas para leer todo lo que se me pasa por delante. Pero estoy con pocas ideas para escribir. No escribo y si intento escribir, me sale como el orto. Pero sigo participando

martes, 20 de mayo de 2014

Feroz competencia entre minions y Spiderman





Esta vez me tocó festejo en conjunto con otro amigo. No lo hice nunca antes, porque no coincidían las fechas, o los mejores amigos, o las mamás más compinches, pero esta vez me sacó de un apuro, el cumpleaños me agarró volviendo de las vacaciones, y sólo me tuve que ocupar de competir con la torta adversaria. Es que la otra mami (una capa, por si en una de esas cae en este blog, cosa que dudo) me dijo  ¨te aviso que el nene quiere una torta de dos pisos¨. Así que me puse manos a la obra, literalmente, amasando pasta ballina, hasta que la mezcla de la capa azul y la amarilla me dejó las uñas verdes.    El pequeño triunfalismo de la madre burguesa suburbana, la cumbre gastronómica, la calidad toda de la mujer medida en la altura del bizcochuelo.

lunes, 19 de mayo de 2014

Vacaciones en Perú


Acá hay más fotos!!

Antes de que sea  demasiado tarde, y todo el recuerdo quede redondito y sin detalles, van mis cuentos de las vacaciones. Esta familia se compone de un marido muy optimista, que ve todo en perspectiva, a lo lejos y suave, y una esposa que, quizás debido a su miopía, mira todo de cerca, cada detalle neurótico de la vida de una mamá 24 x 7. Con eso en mente, marido organizó viaje para la familia. Todo cerraba, eran vacaciones de otoño para los niños, marido estaba en Perú, era un ahora o nunca.  Yo sólo tenía que irme con los cuatro nenes…con un pasaje para las 4am rumbo a Lima. Toda mi energía se concentró en lograr éxito en esa primera etapa, nada de estudiar los incas, la geografía, las ruinas. Me lo rifé. Allá nos encontramos, pasamos el día  en Lima y luego seguimos a Cusco. El mal de altura no nos trató tan mal. Y resumiendo, sí, lo hicimos, vimos las ruinas del camino del Inca (a algunas llegamos en taxi, a las otras más lejanas, en un tour que nos dejó en ollantaytambo, donde tomamos el tren a Aguas Calientes, al pie de Macchu Picchu). Mis hijos caminaron lo increíble, sobre todo Mateo con sus tres años, subieron y bajaron escalones incas, ya con una cara de resignación para el día de Macchu Pichhu, que me daba mucha lástima. Esa la mejor parte, también hubo mucho de ver la realidad, que Andrés con su obstinación típica del síndrome de Down, se pierde de disfrutar las cosas. Estaba ahí pero igual podría no haber estado. Pero bueno, hicimos lo que había que hacer. Somos una familia, fuimos todos de viaje.  Hermoso, impresionante. Cansador pero resistible. Conclusión, se podía hacer, como decía mi marido. Pero no era el mejor momento con los niños tan chicos. Como decía yo.

domingo, 11 de mayo de 2014

Esto me pasa por hacerme la intelectual




Sí, es que ando un poco atrasada con el blog. Encima, me fui de vacaciones y tengo un montón de ideas para bloquear, que no sé si llegaré a escribir. Pero antes de que se me olvide, acá va el testimonio de mi encuentro con Coetzee en la Feria del Libro, el 30 de Abril. Ahí estoy yo, despeinada con ganas, ese no es mi peinado habitual, y a los anteojos los uso para ver de lejos, así que mi subconsciente me llevó a dejármelos puestos para darme un poco más de pinta de intelectual. El hombre, que parece tan apagado (¿amargo?) como se relata en sus libros, no estaba muy entusiasmado con mi charla amena. Le conté que leímos su libro ¨Verano¨ en un taller de autobiografía (de verano, ja). Y además le hice esta pregunta obvia (y acá vengo y lo confieso)

Nikita: ¿when do you become a writer?
Coetzee: ¿When do you become a writer?… When      you publish your first book

Y así termina mi post sobre querer ser lo que no soy,
nos vemos pronto!

jueves, 1 de mayo de 2014

buen día, mundo trabajador en descanso!


De pronto, tuve una idea buenísima, nuevísima! Tengo la solución para ordenar mi vida: tengo que ordenar cada placard, estante y cada cajón, todas las carpetas, clasificar libros, comprar una biblioteca nueva. Cuando alcance esa meta, seré otra mujer!,¡mi vida será otra!
Alguien me cree?
No sé qué tomé anoche, ché...

miércoles, 23 de abril de 2014

dicen que soy ansiosa


Siempre empiezo frases y cuentos con la palabra ¨siempre¨: una de mis tantas delicadas características de mala escritora. Bueno, y siempre he sido ansiosa, y por lo tanto distraída. La primera historia al respecto es de mis primeras ¨pruebas semestrales¨ en primer año de escuela (frase uruguaya tanto más larga que ¨primer grado¨, pero yo no hice primer grado sino, primerañodeescuela). Decía, que yo estaba muy confiada, haciendo todo bien según mis cálculos, pero luego cuando me dieron el resultado (supongo que la prueba sería de lengua y matemática), me saqué un 98/100 y todo debido a que había un dictado, que hablaba de ¨los pinos¨ y yo dibujé un sólo pino. Ese es el comienzo oficial de lo que ya hoy es todo un trastorno de ansiedad hecho y derecho. Nervios-ansiedad-distracción a niveles siderales. O también, sin nervios, sólo grandes cantidades de detalles perdidos. Cuando leo las ¨job description¨ en los avisos que se publican en Linkedin (y para los cuales se supone que tengo el perfil adecuado), me encuentro siempre con una frase ¨detail oriented¨ o algo así, y desde ahí me siento una impostora, calculo cuánto tiempo pasaría antes de que descubrieran que soy todo lo opueso a orientada al detalle. Y como mientras tanto, mi vida familiar me tiene más que ocupada, la sigo pateando para adelante. Mi caos familiar es cierto, y también está en la base de la profundización de mi trastorno de ansiedad. Pero cuando me pregunto, si no tuviera familia y me hubiera dedicado exclusivamente al trabajo, probablemente hubiera llegado a este punto actual o peor.  Hay una parte de este problema que desde mi punto de vista neurótico, es insolucionable: me he pasado la vida escuchando que la atención se puede entrenar, que los detalles, que esto y lo otro. Y no, no lo puedo solucionar. Tarde o temprano aparecen, o más bien, siempre están ahí con una tasa variable de distracción. Ahí estoy yo, en los errores. Mi verdadero ser. La dimensión que tienen los problemas, es la que yo le veo. Complicado.  ¿ A dónde iba con todo esto que me olvidé? ah, si. Que tendría que poder controlar la ansiedad. Me había olvidado. Y quizás, esta historia ya la conté antes

martes, 8 de abril de 2014

La tristeza


No es un dolor propio. Pero es el dolor más atroz que se puede imaginar. Es parte de mi círculo social. Una madre que perdió a sus dos hijos hace un mes. De vez en cuando sube fotos a Facebook, escribe comentarios. Es una tristeza ajena pero tan pavorosa que me traspasa. Después me olvido por un rato, sigo viviendo. Pero ella tiene que respirar, existir cada segundo sabiendo que sus hijos están bajo tierra. Todos, en un momento u otro, estamos a segundos de que el azar nos de vuelta la vida. Sólo eso

jueves, 27 de marzo de 2014

Blog congelado


Estoy fuera de forma, tengo demasiados rollos en la mente, pensamientos viscosos que se han descompuesto sin pasar por este blog, me faltan abdominales de metáforas y flexiones con salidas ingeniosas. Ayer leí un mail del 26 de marzo de 2013 y pensé que era fresquito. Mucho trastorno de ansiedad sin solución. Pero la semana que viene arranco el entrenamiento, vuelvo al blog, me pongo a régimen de facebook, twitter y de googleos desesperados de recetas para celíacos, actividades deportivas para niños, bolsas de trabajo para empleadas domésticas, salones de cumpleaños, triciclos en mercado libre y tanta pero tanta información que anda por ahí , que hasta tengo olvidados a mis blogs favoritos. Esperame que ya vuelvo, amigo blog. Espérenme, amigas blogueras. Marzo ya se nos va. Hay que arrancar de una vez

miércoles, 26 de febrero de 2014

metiendo la pata el primer día


¡¡¡¡¡Empezaron las clases!!!!

Cuatro niños en el colegio grande: el más chiquito ya entró.
Estoy en mi décimo año de ¨madre de la puerta del jardín¨.  El caos de horarios superpuestos venía fuerte, y yo, que tengo la capacidad  de no leer lo que tengo frente a mí, desde las lejanas pruebas de la primaria, yo, que venía zafando sin parar desde 2004, lo hice esta vez: ¡¡¡Llevé al nene el día antes de que empezara la salita de 3!!!
Ah, y además, ¡¡¡¡perdí al de 5 en la puerta de salida!!!!. Lo encontré al ratito, llorando, en la Secretaría.
Bueno, sacando esos detallecitos, más o menos, acá estamos a punto de ir a la cama. Como dijo Mateo recién en la bañera, cuando le cerré la canilla:
¿po qué ze acabó la fiera?

viernes, 14 de febrero de 2014

Multitasking de viernes


Querido diario, mientras se hace el bizcochuelo en el horno, ordeno el jardín antes de que llegue el amigo de Mateo (3) con su mamá, la cita de juegos de hoy,  también espero al kinesiólogo para la recuperación de Guille, y saco turno para el oftalmólogo y dejo enmantada la tartera para hacer una tarta de salmón para la noche de san valentín, contesto whatsapp a mi madre, le escribo a mi primo contándole que vamos a visitarlo pronto a Lima (eso para otro post) y voy leyendo de a puchitos, en scribd online, el diario de Doris Lessing: walking in the shade.
Mi consejo contra la procrastinación del 2014: en vez de ponerme a chismear los espectáculos de la clarín online o por el estilo, en vez de entrar a facebook 20 veces por día, si me voy a quedar sentada en la laptop  pelotudeando, me pongo a leer de a pedacitos de ese diario. No sé si eso es menos procrastinación pero me deja más contenta. De ahí saqué uno de tantos comentarios geniales, ella le llama  ¨the housewife disease¨, algo que sería mi síndrome de desborde neurótico, me alegró mucho saber que no es una locura privada mía, esa sensación apremiante de cada día, de una lista de tareas inminentes que tengo que completar, tengo que comprar, que llamar, que terminar, que llevar, que hacer, que buscar.  Y siempre, siempre, todo lo que tengo que hacer, comparado con las tareas del estilo ¨salvar al mundo¨que hace mi marido en su trabajo, parecen una pelotudez.  Y sin embargo te lo juro, que esa listita de cada día es  el motor secreto que nos lleva despacito a través del tiempo, en esta casa

viernes, 7 de febrero de 2014

lo que quedó en la mesita de luz


De la pila de libros del año pasado, 

Felicidad Clandestina, un reencuentro felíz con Clarice Lispector. Si la aman, el amor no termina

Una muchacha muy bella, de Julián López, me hizo llorar. Hermosa, tristísima

La virgen cabeza, de Gabriela Cabezón Cámara, tengo que decirlo, no me gustó, es más, lo detesté

El país de las mujeres, de Gioconda Belli. De verdad no lo comenté? me avecino a la senilidad. No me desilusionó.


Descubrimiento:  Alice Munro, no sabía quién era, y como siempre que sale el Nobel, yo voy detrás para ver por qué le dieron el premio
-Demasiada felicidad
-La vida de las mujeres
-Mi vida querida

mi último enamoramiento, cuentos con una sensibilidad muy especial y sobre todo la sorpresa de ver lo eternos, lo repetidos que son los sentimientos y la vida de las mujeres, que siempre nos creemos las únicas, las primeras en vivir la vida

Después, a pesar de que es un best seller
Joyce Carol Oates: Mujer de barro. Interesante pero sobre todo, tiene sustancia literaria, te podés quedar pensando en sus párrafos un buen rato, no es un guión digerido

Para guiones digeridos pero super recomendado:
La catedral del mar, fue mi libro perfecto para la playa (Idelfonso Falcones). Para mantener calentito el amor por Barcelona

Me cayó sin querer en las manos (se lo compró mi hijo Guille y luego del primer párrafo lo largó, lo agarré yo y no lo pude soltar): 
-Un mundo felíz de Aldous Huxley. 
Fueron un par de días de iluminación pura, me encanta cuando alcanzo un clásico de la literatura y caigo enamorada. Es increíblemente acertado. Porrrdió

Y ahora estoy en una vorágine literaria, la ensalada absoluta, estoy leyendo a la vez

-Paris (Mario Levrero). Ya leí La ciudad, de la trilogía involuntaria, y sigo el camino. Me imagino cuánto puede haber sorprendido en su momento. No me estoy enamorando pero puedo reverenciarlo sinceramente

-Katherine Mansfield, Diario: ser una escritora, querer ser una escritora, tener las palabras de ella en la punta del lápiz. Divina

-Malena es un nombre de tango (Almudena Grandes). Se acuerdan de mi foto cholula en el MALBA? bueno, tengo algunas cosas que podría decir, pero aún así daría una pierna por escribir un libro como este. Esta chica Malena es como la tía cojonuda que folla como nadie y se liberó de los prejuicios de las monjas mientas sus amigas eran unas reprimidas, recuerdo de lejos la peli de su libro Las edades de Lulú. Lo estoy leyendo porque lo bajé de scribd. los e book a mano son una perdición

y hablando de scribd, me encontré con una parte de la biografía de Doris Lessing, yo pensé que El cuaderno Dorado ya era su biografía, pero el tono de este libro parece aún más sincero que ese: Walking in the shade

Lo loco es estar leyendo dos biografías de mujeres que vivieron con unos treinta o cuarenta años de diferencia, dos que luchaban por ser escritoras, por tener plata, espacio, energía para escribir, ser publicadas… todo muy similar, otra vez, el loop eterno de los problemas de las mujeres. mucha empatía

bueno, y dicho todo esto, me voy a seguir leyendo!!




miércoles, 29 de enero de 2014

mi versión actualizada 2014: instalar?


Buenas buenas, hoooola, no sé si estás todavía por ahí. Dejo de probar el micrófono total ya no me oye nadie. Si escribo todo lo que me da vueltas en la cabeza, alguien se va a aburrir mucho. Vuelvo de las vacaciones más largas que he tenido desde los quince o dieciséis años. Vacaciones, pero con cuatro niños y sin empleada (unas señoras que iban a limpiar un par de horas cada dos o tres días, vale, no estuve sola sola sola). Pero todo eso ya lo conté en otros posts, otros años, el protector solar, la mugre que dejan a su paso los niños, la arena hasta el culo, las peripecias, correr para comer y para ir a la playa, para dormir y despertarse, y comprar de comer y cocinar y lavar los platos y la ropa y correr para descansar- mi vida de madre desbordada ya se repite demasiado. 

No, esta vez, como en las pelos de terror, cuando el muchachito descubre horrorizado el colmillo que emerge, o las orejas peludas creciendo y se empieza a volver lobizón o vampiro, bueno, así he vuelto yo… Empezando con las reuniones familiares, tan lejanas a mi vida cotidiana, con los parientes propios, para descubrir que como dijo Houllebeq, todas las relaciones son perecederas.  Los primos crecimos, los tíos envejecieron, las energías se perdieron, el engrudo vital de la familia se resecó.  Somos seres aislados, individuales, que formamos nuevas unidades familiares. Qué descubrimiento obvio. No hubo peleas ni disgustos, pero de pronto cual la Matrix, la combinación exacta de cada relación familiar flotaba invisible frente a mis ojos. Fue un flash de comprensión absoluta, y después, ya resignada y aliviada casi, entendí que mi lugar ahora es otro, hace demasiados años que tengo una familia propia, ya no puedo acomodarme en mi viejo papel comedido dentro de la escena global de tíos y primos, donde todos tenían a su familia completa y yo, a casi nadie, salvo a ellos. 

Con la familia política el caso fue totalmente opuesto: las diferencias son la base de mi relación con ellos, pero mi puesto ahí es de una categoría superior, raro esto de los lazos políticos. Con estas señoras, nos une el amor por el tipo que es mi marido pero es el hijo, el hermano, el amor de ellas (sin hijos) por los sobrinos, ese amor exagerado y un poco desubicado, pero que a la vez agradezco porque es amor que reciben mis hijos. Soy más protagonista en mi familia política, que en mi propia familia de segunda línea. No es muy difícil de entender.

Y los amigos de siempre, son los amigos de antes: el cariño está pero como dice la canción brasileña ¨cuando se ama a gente finge que no ve que el tiempo pasa y no le importa de voçè¨. Tratar de conversar mientras cada una corre detrás de sus niños, mientras armo panchos en palitos para diez, y sirvo para los grandes, arrollado frío con ensalada en medio del caos total, y ya no me acuerdo de la última frase que dije para continuar la conversación porque las reuniones familiares para charlar ya no dan hace años, pero no hay otra posibilidad porque se vienen de otros balnearios para encontrarnos y entonces es un plan global. Y nos contamos un poco el día a día pero tá, se nos pierden cosas por el camino.  Y ahí pienso en los años de amigos transitorios que llevo haciendo entre trabajos y salas de jardín de infantes acá en la ciudad donde vivo, y la puerta del colegio, esos que me ven hoy, todos los días, saben quién soy hoy, no saben cómo llegué a serlo, eso es cierto. 

Otro poco de tristeza porque ya no tengo la misma comunión con amigas que se quedaron demasiado hippies, o demasiado igual que hace veinticinco años,  o demasiado distintas, o pensando demasiado en que yo soy la que era en aquel entonces, o esas mismas amigas vistas desde el lado luminoso, las que sí caminaron y remaron en sus trabajos y avanzaron, hicieron carrera, mucha o poca, y son un espejo doloroso de lo que yo no hice, o no pude hacer. No hay peor comparación en este mundo que medirte con los que fueron tus pares, los compañeros  de la facultad. Siempre salgo con la alegría lastimada. Serán celos, me niego a reconocerlo, no es contra ellas, es contra mí.  Yo siempre estoy en el peor lugar, incluso si es porque tengo la casa más linda o el auto más grande, si es porque tengo más hijos o una carrera inestable (¿invisible?), de magnitud apenas titilante.  Y ahí otra revelación, claro, siempre estuve en ese lugar, antes era porque no tenía novio, o no tenía a mis padres cerca, o no estaba segura de qué carrera seguir (ciencias o letras), antes buscaba consuelo, o aprobación sin salirme del libreto, iba a hacer campaña en ómnibus por todo el país, para aumentar el presupuesto de la educación, iba a las marchas, al centro de estudiantes, a tomar la universidad, a bicicletear para salvar los bañados de Rocha, a recorrer la costa con los geógrafos para ver los efectos de la erosión por los malos hábitos de construir sobre la arena, a acampar veinte días odiando el olor nauseabundo de los baños (sin agua caliente) del camping de santa Teresa, hacía todo eso por mí, pero quizás también por los demás, un poquito, sin darme cuenta. 
Y ahora no, miro la casa hippie comunitaria de mi otra amiga, llena de colchones en el suelo y me quiero matar, miro el viejo rancho donde nos amamos con mi marido hace diecisiete años y agradezco a la vida que no tengo que pasar otro verano allí. No soy más esa, quién es la verdadera yo? era verdadera antes y luego me fui lavando, perdiendo ideales como se pierde la intensidad de los colores de un cuadro, perdí el blanco, el azul, el rojo, quedé medio ocre? Así que una revelación más, soy una despintada, quién soy, no soy la que recuerdan mis amigas, ellas siguen siendo demasiado las mismas que fueron antes, estamos lejos pero nos queremos, no nos mentimos, la vida nos mantiene lejos. Si estuviéramos cerca, cómo sería todo?

Si esperabas cuentos de la playa, ya vendrán en otro post… o no?