lunes, 20 de agosto de 2012

efecto fin de semana largo


Pasa esto. Terminamos todos enredados en casa, entre sonidos de televisión, computadoras, cocinando en ciclos incesantes de platos sucios, botellas y cartones de leche, comidas sin guardar en los tápers. El té de la sobremesa y el diario entreverados con los chiches en el piso. No ayudó la lluvia, ni la fiebre que se le pasó a Guille justo cuando cayó Mateo. Y el hombre de la casa que por las dudas, también se sintió mal. No sé si es tiempo desperdiciado. No hemos podido armar planes, salidas, paseos. Sólo transcurrimos.  En eso llegamos al lunes por la madrugada.

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