Un paréntesis

Entre tanto sol, calor, sudor y pileta, esta mañana amaneció nublado, lloviendo. Es raro ese momento del verano en que las nubes grises alegran la vista, es el alivio después del deseo más que consumado de chapuzones, piel bronceada y cama sin colcha. En eso se nos fue el mediodía, planeando la ida al cine, cuando alrededor de las 3 de la tarde, el sol volvió a asomar sin piedad. Otras veces hemos claudicado frente a su poder abrasador, pero esta vez -para evitarnos los llantos de los niños, sobre todo- decidimos seguir adelante y allá marchamos al Showcase del Style Mall (Norcenter, bah) a ver ¨Enredados¨. Agus estrenó ida al cine, y se quedó dormido después de media fanta. Además, nos comimos dos paquetotes de pop, y cuando salimos hicimos la recorrida para ver sillones de 5m de largo, luces demasiado frágiles para que soporten los pelotazos de Marcos (si, en el living), camas marineras de formas exóticas que servirían para compensar nuestras deficiencias de espacio. Y todo con Agus durmiendo en el cochecito. Por cierto, la peli me encantó, es una joyita de Disney, una isla en el desierto de phineas y ferb, kick butowsky y toda la rubish que nos comemos diariamente por Disney XD. A todo esto, cuando salimos de ahí eran las 7 de la tarde y el sol seguía por allá arriba. Nosotros, bien cerraditos adentro del auto con el aire acondicionado, nos hicimos un recreíto del verano. Y llegamos a casa para la hora del fresquito en el fondo