Es una pregunta que me hago cada Enero. Durante unos días todo está recién estrenado, las esperanzas y el humor intactos, los deseos de felicidad. Después, sin darte cuenta, vas entrando en la normalidad, y un buen día la frase ya te suena lejanísima. Qué día de enero sucede eso?
En esta casa hoy volvió la normalidad, el hombre se fue a su oficina, las suegras ya no están, ya estoy con el teléfono arreglando asuntos pendientes, no muchos todavía.
Pero el ánimo sigue en alza, el bebé empieza a formar parte de la rutina diaria, todo se desliza suavemente (salvo algunos gritos con Guille que está insopor). Vamos bien, todavía podemos seguir diciendo ¨felíz 2011¨!
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