Aunque la vida de madre me arrolla estos días como una ola grande de más en medio del mar picado, todavía me queda tiempo para pararme y hacer la plancha entre ola y ola. Acá me estoy deleitando con la Orsai online (mientras el bebe duerme la siesta), que tanto dije y repetí que iba a comprar, y nunca me llegó el momento. En el artículo de Pedro Mairal, una frase me identifica como si me pasara por un escáner del aeropuerto, no me puedo resistir:
¨mi adicción a la banda
ancha está fuera de control, me disgregué en
seudónimos y archivos word y libretitas ...¨
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