Mis libros de vacaciones:
empecé con Abril Rojo de Santiago Roncagliolo. Me gustó, y puedo ver que para ganar un premio literario se necesitan los siguientes ingredientes: misterio, conflicto políticamente correcto, amor (ahí misturado, tampoco es el tema principal), algo de sexo. No digo que sea la única receta, pero parece que funciona.
Y como no terminé internada en el Ota, hoy arranqué con Clarice Lispector, ¨lazos de familia¨, abajo de la mini palmera del jardín (que ya no está tan mini), tirada en la reposera, entre chapuzón y chapuzón.
Un placer total .
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