El primer embarazo: sos la reina del mundo, nadie sale de su asombro a tu alrededor, felicitaciones generalizadas, todo es expectativas, preparativos.
El segundo embarazo: jolgorio, risas. Apuestas, será nena? otro varón?. La ropita usada está como nueva, casi todo estaba todavía en el placard, donde aún sobra lugar
El tercer embarazo: incredulidad, chistes verdes, mucho de ¨qué valiente¨, ¨qué lindo, yo quería pero no me decidí¨. ¨Otro varón? no te puedo creer!¨. Mucho susto, cómo vas a hacer con todo, quemadero de cabeza. Ya necesitás un cochecito nuevo pero todavía los tres entran en el mismo dormitorio, en el mismo auto que tenés.
El cuarto embarazo: la cosa se divide entre bocas abiertas por la emoción (las menos), y las que no pueden emitir las palabras que tienen en su mente (¨están locos!¨). Las felicitaciones recibidas se dividen entre ¨qué divino!¨ y ¨sos una gallina ponedora¨. Ya no te queda tiempo para quemarte la cabeza porque te olvidaste de tomar la pastillita, ni tampoco te quedan muchos nombres para ponerle al nuevo bebé (te los gastaste todos). El cambiador, el moisés, están enclenques. La ropita que no tiraste, regalaste o perdiste, da un poco de lástima. En algún momento, cinco minutos antes del parto, irás a comprarle algo nuevo
Para mí es tu primer embarazo, el ùnico que conozco, así que es como la primera vez y a una cada vez le salen mejores o no?
ResponderEliminarMi hijo mayor se queja de que con él hice experimentos, los siquientes ya tenían madre hecha y derecha...