Ya no hay que esperar ni un día más, se termina el año. El 31 de diciembre siempre me cae bien, antes me daba nostalgia despedirme de un año especialmente bueno, cuando era más chica. Ahora los dejo ir sin mucho apego. De la neblina del ayer me vuelve el recuerdo de algún 31 memorable en el Mercado del Puerto, con amigas, tambores y encontrando a todos los que me gustaban, medio borrachos bajo el sol fulminante del mediodía. Hace décadas de eso. Hoy vamos a estar los cinco nomás en casa. Como siempre en Buenos Aires, el déficit de amigos íntimos se nota en las fiestas, pero ahora lo que me sobra es familia propia. Vamos, hop hop a ese ánimo de fin de año. Estoy buscando receta para espuma de frutilla porque la heladera me sigue haciendo leru leru y las de ayer ya están a punto de fermentarse.
viernes, 31 de diciembre de 2010
jueves, 30 de diciembre de 2010
Un ratito antes de
que sea 31, una noche más al lado de la camita de Agustín que ya se durmió. El día pasó entre médicos a la mañana y horas de vacaciones a la tarde, más mamás con niños, tortas, peleas por los juguetes, vida burguesa y panza muy pesada.
Hoy me acordé de la inscripción que hice en un costado de mi bibilotequita de liceal, en aquel dormitorio oscuro, en casa de mis abuelos: ¨30/12/87¨. Como un enigma, ahí quedó estampada hasta que la pinté de azul cuando me fui a vivir sola. Pero la escribí cuando todavía tenía fe y me iba a la capilla del colegio a rezar. Qué habré pedido, qué habré prometido. Amor, seguramente. No me puedo quejar, en ese caso mi blog tendría que tener otro nombre.
La recta final
Si señores, ya es 30 de diciembre, el día en que tradicionalmente ya me siento con un pie en el nuevo año, a punto de tirar todo lo viejo por la borda y arrancar de cero otra vez, calendario en blanco y todo eso, planes planes planes. Pero esta vez todo viene distinto. Vengo contando las fechas de semana en semana, estamos en la 38, y la entrada en la nueva Era será cuando nazca el bebé al que seguimos sin ponerle nombre.
miércoles, 29 de diciembre de 2010
Ya no queda casi nada
Los días se me pasan entre tantos detallecitos y vueltas, y mandados y pendientes y tortas y niños y pelelas y piscinas, que sin saber cómo, ya estamos en la medianoche del 29, en mi reloj adelantado ya es 30 de diciembre. Me guardo el balance para mañana, hoy de tardecita tuvimos (con chichis y niños) festejos de fin de año, pero sin champán, porque fui tan temprano al carrefour que la ley seca me impidió comprarlo por madrugadora! A no olvidarse que si querés un vinito, cerveza o champán, tenés que comprarlo después de las 10 de la mañana, como para el brunch.
Relaciones complicadas
Cuatro amigas - un par que se maneja diplomáticamente para no desarmar el grupo-, cuatro casas: tres son grandes, dos con pileta que se ofrecen abiertamente para reunión. Pero la que tiene el patio de 3x3 con cuatro perrazos incluídos insiste que vayamos todas a su casa, con siete niños (en invierno vamos y vamos). A ella no le gusta el agua, además. Ni que decir, es la del conflicto personal. Y yo que sigo sin hacer esos cursos de autoayuda para llevarse bien con la gente. Mis pobres recursos para manejar el asunto incluyen; a) ironías, b) ironías, c) mandarte a aquel lugar pero con alguna perífrasis
martes, 28 de diciembre de 2010
sin título
Calor de hogar? en mi vida actual hay una heladera para llenar, platos para planificar, niños peleando, niños que no se portan bien en el almuerzo ni en la cena, ayer, hoy, mañana, bebé por salir de mi cuerpo una vez más, y mucho más. Lo pienso y como siempre no sé cómo lo voy a lograr. Todo tan pero tan fuera de mi libreto original. Pero la improvisación se convirtió en mi vida nomás. Juro que algunos llevan la vida que planearon, no es mi caso.
lunes, 27 de diciembre de 2010
En el sauna
Agus me pide ¨sentate¨ mientras le traigo la mema a la cama. Es sinónimo de ¨quedate conmigo¨. En la penumbra, con la mac a upa, y el ventilador apuntando para su camita ( y yo sin gota de aire), internet me distrae casi lo suficiente como para poder mantenerme impávida en el sauna del dormitorio de mis hijos que tuvo todo el sol del oeste en esta tarde infernal. Bueno, casi. Las gotas me chorrean por la frente, el cuello. Me sale el calor por los párpados. Me estoy derritiendo en serio.
Al fin se durmió. Me voy al fondo a respirar aire fresco
Ping pong
Cumpliendo con mi promesa de dejar todos los pendientes listos antes de fin de año, me acerqué a la oficina de Rentas en el microcentro, aprovechando la prioridad que me da la panzota. De ahí me rebotaron a Olivos nuevamente a pedir certificado de pérdida de nosequé, y de ahí volví a otra oficina pero en Cabildo y Congreso, un CGP de Rentas, y de ahí me vine otra vez a Olivos a terminar el trámite del auto en ARBA que estaba actualizando su base de datos y... no funcionaba. Llegué a casa y en media hora de despelote con niños peleando, gritando y demás, no sé si no me quedo con los 38º de sensación térmica, las oficinas públicas y los estacionamientos al rayo del sol...
domingo, 26 de diciembre de 2010
El verso aquel
Durante la cena de Noche Buena, sonó esta canción que hace tanto no escuchaba,
Y ya de paso, sigue el popurrí de Caetano y Gilberto Gil. Nada como la música brasilera para los días de verano
sábado, 25 de diciembre de 2010
Los fantasmas de las navidades
Ya escribí algo por el estilo, en otro lado, en otro tiempo. Mi espíritu navideño no es lo más, aunque desde que soy mamá puedo contar con el momento felíz de ver a los nenes abriendo sus regalos y soñando con Papá Noel. Esta Navidad ya tuvimos a un creyente desertor, y entonces tuvimos que forzar menos la imaginación, porque para los otros dos no hay que insistir mucho. Guille estaba entre desilusionado y curioso, se notaba, todavía tiene que superar el síndrome del Expreso Polar. Por suerte, para contrarrestar, Agustín saltaba loco de contento, gritando ¨si! vino papanuel!!¨. Y hoy, Navidad. Más comida, más calor, pileta, siesta a la sombra con la malla puesta. Y mañana, domingo, seguimos en paz. Qué suerte.
viernes, 24 de diciembre de 2010
jueves, 23 de diciembre de 2010
Noche de paz
Y ya estamos a 23 de Diciembre, solsticio de verano con calor en serio, compras que no sé cómo pero siempre termino haciendo sobre el pucho, los planes de la cena de mañana en veremos, muchas zambullidas en la pileta (una maravilla de la que no me cansa, aún una década después de tenerla), cena con invitado especial (salmón al horno dejó la cocina hecha il vero inferno), niños sobreexitados, como siempre. PEro ahora, casi todos duermen, llegó el viento a Buenos Aires y puedo tener la ventana de mi dormitorio abierta de par en par sin que se metan los bichos, y el viento fresco es un milagro en esta ciudad, en esta época del año. De verdad, es una noche de paz
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Como en ¨Invasión extraterrestre
Era en la misma época de Los Magníficos (¨the A team¨). Creo que la daban los martes de noche y yo estaba fascinada con Donovan, de la resistencia, en ¨V, invasión extraterrestre¨. Inolvidable la escena en que los extraterrestres se comían a los ratoncitos vivos. No me acuerdo cómo se llamaba la morocha, mala. Otra escena para la eternidad: la chica que quedaba embarazada y le crecía un reptilcito en la panza, a una velocidad impresionante, y tironeaba para salir de su abdomen.
A mí me faltan unas 3 semanas para el parto, y ya he tenido antes esta sensación, cuando siento una patita que pasa con fuerza de un lado a otro de la barriga, cuando la protrusión de una rodillita, pie o quién sabe qué, se ve nítidamente moviéndose por debajo de mi piel, y hasta me hace doler a veces, y mientras trato de imaginarme al bebito que está ahí adentro, se me aparece un poquitito la imágen de la panza que se movía frenéticamente en aquella escena de ¨V¨.
lunes, 20 de diciembre de 2010
El chupa codos
Mi hijo más chico está obsesionado con chuparme el codo. Se acomoda en el sillón, como si fuera una mamadera, lo busca cual chupetín si estoy almorzando, me pregunto si es una reminiscencia de la teta, y en ese caso, raro, por qué no le da por buscarla? mejor para mí que no sea tan literal, pero que es raro, es raro.
Efectos secundarios
En un par de días me terminé el libro de ¨He´s just not that into you¨ (escrito por guionistas de ¨sex and the city¨). Como el nombre del blog de un amigo, no me avergüenza decirlo. Tenía un formato de libro de auto ayuda que debí haber intuído antes, pero me divertí. La cosa es que me sacudió una idea, y me dije: voy a intentar escribir un capítulo de una novela, digamos uno del medio. Cosa de no ponerme demasiada presión. Pero ni así pude dominar mi impaciencia (literaria?). Y cuando me dí cuenta, tenía un cuentito más para el (otro) blog. Conclusión, mi débil talento literario es alterado por la ansiedad con un efecto cuasi laxante. Cuando intento producir algo sólido y masivo, termino en una simple emanación gaseosa que expulso a gran velocidad.
Pero qué fino
sábado, 18 de diciembre de 2010
Embarazos: la evolución
El primer embarazo: sos la reina del mundo, nadie sale de su asombro a tu alrededor, felicitaciones generalizadas, todo es expectativas, preparativos.
El segundo embarazo: jolgorio, risas. Apuestas, será nena? otro varón?. La ropita usada está como nueva, casi todo estaba todavía en el placard, donde aún sobra lugar
El tercer embarazo: incredulidad, chistes verdes, mucho de ¨qué valiente¨, ¨qué lindo, yo quería pero no me decidí¨. ¨Otro varón? no te puedo creer!¨. Mucho susto, cómo vas a hacer con todo, quemadero de cabeza. Ya necesitás un cochecito nuevo pero todavía los tres entran en el mismo dormitorio, en el mismo auto que tenés.
El cuarto embarazo: la cosa se divide entre bocas abiertas por la emoción (las menos), y las que no pueden emitir las palabras que tienen en su mente (¨están locos!¨). Las felicitaciones recibidas se dividen entre ¨qué divino!¨ y ¨sos una gallina ponedora¨. Ya no te queda tiempo para quemarte la cabeza porque te olvidaste de tomar la pastillita, ni tampoco te quedan muchos nombres para ponerle al nuevo bebé (te los gastaste todos). El cambiador, el moisés, están enclenques. La ropita que no tiraste, regalaste o perdiste, da un poco de lástima. En algún momento, cinco minutos antes del parto, irás a comprarle algo nuevo
jueves, 16 de diciembre de 2010
Efecto vacaciones
El primero y obvio, el despelote de los horarios. El segundo, visitas, programas, paseos. Pero al final el efecto uno anula al efecto dos, de tanto despelote y programas, hoy ya están todos agotados, en la cama y cayendo dormidos a las 21.30 y yo me voy a ver la nueva temporada de Dr. House
martes, 14 de diciembre de 2010
Lecturas iluminadas
Derechos del niño
Esta mañana fue el acto de la clase de Marcos. Muy de liberté fraternité egàlité, cada uno leía un derecho escrito por ellos mismos. El mejor de todos fue:
-No tengo derecho a matar a una persona, a romper un auto, o a desobedecer a mi mamá
Genial
lunes, 13 de diciembre de 2010
Eso pequeños placeres de la vida
Mi lavarropas está por cumplir diez añitos y no para de darme alegrías, igual que la heladera. Así que cada cuatro o cinco meses tengo que llamar al service. Por suerte, con un par de billetitos, le ponen una curita y sigue andando. Y lo mejor de todo, me mandan siempre al mismo técnico, mi hollywood star ( o stunt?) en persona. Así vale la pena. Por si nadie me cree, les juro que es el doble de Edward Burns (el de arriba a la izquierda). Si, ya sé, sobre gustos no hay nada escrito.
Por eso, a mí me encanta (y la peli también, obvio).
Todo concluye al fin!
Se terminan las clases, mis dos hijos grandes pasan a 3º, el chiquito va a ir al colegio con los grandes. Y ya no va a ser el chiquito, habrá otro bebé en la casa. Ya se resolvieron las operaciones (recauchutajes, quirúrgicos, un niño de hernia, otro de estrabismo); estamos en etapa de recuperación. Intrigada, espero el resultado ahora nomás de un concurso, con una cierta ansiedad sólo atribuíble a mi narcisimo amorfo. Es poco probable que lo mío sea mejor que lo de más de cien tipos.
Por otra parte, un tema familiar irresuelto desde hace casi dos décadas, parece que tendría un desenlace pronto. Y yo no tengo idea de qué decisión tomar.
domingo, 12 de diciembre de 2010
Esos dilemas tan light
En una charla de asado me vino a la mente una prima segunda que ví pocas veces en mi vida, no la recordaba hacía años, ella había nacido en Mexico, su padre se vino con familia a la vuelta de la democracia, cuando ellas eran adolescentes (la menor, un año mayor que yo), siempre se sintieron sapo de otro pozo y finalmente se fueron de Uruguay, en cuanto fueron adultas, las dos hermanas, a Miami. Y mientra criticábamos a facebook me dije,
ché, la podría buscar en feis, no?
esas contradicciones de la vida...
ah, y ya la encontré. le mando mensaje??
viernes, 10 de diciembre de 2010
Mi turno de tener la culpa de todo en este mundo
Entre las montañas de cosas que le podría reprochar a mi madre, no está en la lista la forma en que me dijo que Papá Noel no existía. Creo que fue el típico caso de la madre que hace lo que cree que es lo mejor. O sea, como me mandaba todo el verano a lo de mis primos, navidad incluída, a los seis decidió explicármelo, para despejar dudas (imagino yo) sobre por qué los regalos de mis primos eran (muchos más y) más grandes que los míos. Recuerdo que me quedé triste, negando la verdad revelada que además no me sospechaba ni de casualidad. Por eso, hasta ayer, tenía todavía la intención de mantener a Guille su ilusión a pesar de que ya anda por los 8 y medio, y con pinta de 10 años. Es más, se ha pasado todo el año toreando, que yo sé que ustedes ponen los regalos, que papá noel no está mirando, son ustedes, que bla, que blA. Yo todavía estaba dudando cuánto tiempo más dejarlo flotando entre inocente y boludón, pero los últimos días se habían convertido en una extorsión que ya me estaba pissing off. LA mano venía con frases medio sollozadas de ¨ si papá noel no me trae la wii voy a saber que son ustedes, porque ustedes nunca me comprarían la wii¨. La cosa ya me estaba pudriendo, sobre todo cuando recuerdo mis 8 (sobreadaptados?) años, y todas las consideraciones que yo tenía con mi madre entonces (muchas más que ahora?). Bué, toda la charla se desarrolló en el camino del colegio a casa. Entonces yo le pregunté
-pero vos qué pensás de papá noel?
-que no me va a traer lo que yo quiero
-no, te pregunto si crees que existe o no existe
-que no existe
...
nunca puedo reproducir los diálogos a la perfección, será que me pongo a mil en mis propios pensamientos y pierdo el hilo de lo que dije y me dijeron
creo que mi respuesta fue algo así como
-bueno, entonces, papá noel es una fantasía, muy linda, y podemos seguir creyendo en esa fantasía para divertirnos, como hacemos papá y yo
algo así, creo. Pero la cosa derivó en angustia. Después me decía que le dolían ¨los ojos¨ y que se había puesto triste. El padre me puteó. Pero volvimos a hablar del tema varias veces. Traté de hacerle ver que él tenía la respuesta, y él me decía que todavía tenía la duda aunque ¨Imanol me dijo que papá noel no existe y Nicolás Marquez no cree en papá noel¨. Carajo. Al final fui yo más bestia que mi madre? encima se lo dije antes de navidad (ella me lo dijo inmediatamente despues, y mi plan era contárselo a mis hijos en las vacaciones de julio más o menos para minimizar las angustias, pero no pudo ser). Puedo irme anotando un poroto en las culpas que voy a cargar de por vida. Encima me tocó un hijo con tendencia a dramatizar. Ya me critica todo y no cumplió nueve. En fin, hice lo que pude, yo le quería explicar que lo más importante de navidad no es qué regalo te trae papá noel. Más chota no puedo ser
jueves, 9 de diciembre de 2010
Todavía
Ví el título de un post en otro blog y lo primero que se me vino a la cabeza fue esto
Todavía quedan restos de humedad
sus olores llenan ya mi soledad
en la cama su silueta
se dibuja cual promesa
de llenar el breve espacio
en que no estás
Todavía yo no sé si volverá
Nadie sabe al día siguiente
lo que hará
Rompe todos mis esquemas
no confiesa ni una pena
no me pide nada a cambio
de lo que da
todavía no pregunté
te quedarás
temo mucho a la respuesta
de un jamás
la prefiero compartida
antes que vaciar mi vida
no es perfecta mas se acerca
a lo que yo
simplemente soñé
Cosa de grandes
Hay alguna arruga que se me nota desde el google earth, estoy a un ratito de los cuarenta, casi llegando al cuarto hijo, y mejor no sigo. Se supone que soy una adulta, y que los adultos son capaces de preveer (casi) todas las consecuencias de sus actos, por experiencia, por reflexión previas. Pero no, resulta que todavía me dejo llevar por impulsos y fantasías no muy distintas de cuando tenía 13 años. Y por ahí me cruzo con adultos bien adultos que ya miraron hasta allá lejos y volvieron, pensaron y sopesaron y concluyeron lo que vale la pena y lo que no.
Y yo, acá como una pavota recién caigo, claro, tenés razón, tenés toda la razón. Si este fuera otro bló te lo explicaría mejor, pero lo dejamos acá.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Arbolito, arbolito
Hoy toca, como el chiste del que coge una vez por año. En un rato habrá que subirse con la escalera arriba del ropero del escritorio, a bajar cajas, desenredar guirnaldas y testear lucecitas del año pasado. Aparecerán las pelotitas conocidas y otros adornos que ahora tengo tan olvidados. Nuestro árbol suele quedar un poco desparejo y con las zarandeadas que le dan los chiquilines, en una semana ya va a ser un adefesio, como todos los años. Más tarde vienen las fotos, por ahora me quedo con la música de Miliki que tengo en la cabeza desde que me desperté (y que no puedo encontrar en youtube!)
martes, 7 de diciembre de 2010
Noche de cabras
Creo que soñé este título para el post durante la madrugada. Me acosté a la una, después de la cena en ¨las cabritas¨ con la gente del taller. Linda, cálida. Valió la pena todo el año. Y yo con mi poca vida social, llegué, me dormí, y seguí soñando que estaba de charla en palermo soho, con el calor de diciembre, las lucecitas tenues, las puertas abiertas, todo así como hasta las 5, cuando me desperté con la luz del casi amanecer, me di media vuelta y seguí durmiendo (mentira, fui a hacer pis y ahí si, me volví a acostar!).
lunes, 6 de diciembre de 2010
Valizas 2010
¨Estropearse lleva tiempo¨. Eso decía Murakami (¨crónica del pájaro que da vuelta al mundo). El rancho andaba medio estropeado y por eso está en pleno recauchutaje. Y yo que amaba ir a Valizas y ahora ya no lo soporto, me estropeé? Pero ya no tengo arreglo.
Convengamos que nos queda más que chico, aunque después de dos décadas de agua de pozo, finalmente le llegará OSE
sábado, 4 de diciembre de 2010
Al este y al oeste
Se nos acabó noviembre y pronto se termina la lluvia de jacarandá. Acá va un paseo (mirando para arriba?) por las calles de mi barrio. Me faltan skills para componer el collage que se suponía era tan fácil (todavía sigo sin develar los secretos más profundos de la Mac).
Me pasé todo el mes pensando en este poema (sólo me falta la canción de María Elena Walsh)
Y barren el azul con sopladoras
Y barren el azul con sopladoras
dos tipos con turbinas a la espalda
van soplando el azul como una falda
volátil en el viento y en dos horas
van rodeando la plaza y acorralan
el cielo que se había derramado
por todas las veredas entregado
al peso de la tierra y lo señalan
lo expulsan en tormenta borrascosa
de lilas y el deber municipal
se cumple con rigor impersonal
y embolsan a noviembre y a otra cosa
qué celeste la lástima que da
que lo borren así al jacarandá
Pedro Mairal
Y barren el azul con sopladoras
dos tipos con turbinas a la espalda
van soplando el azul como una falda
volátil en el viento y en dos horas
van rodeando la plaza y acorralan
el cielo que se había derramado
por todas las veredas entregado
al peso de la tierra y lo señalan
lo expulsan en tormenta borrascosa
de lilas y el deber municipal
se cumple con rigor impersonal
y embolsan a noviembre y a otra cosa
qué celeste la lástima que da
que lo borren así al jacarandá
Pedro Mairal
viernes, 3 de diciembre de 2010
la mejor medianoche
HAce muchos muchos años, la medianoche del viernes era crucial, podía ser la mejor de la semana, si tenía un buen plan para salir, o la peor, si terminaba en banda. Pero aunque me tocara una mala noche de viernes, siempre me esperaba la mañana del sabado. El mejor remedio para remontar el bajón era salir en bici por la rambla. Ahora no se me ocurre salir un viernes de noche desde hace años. Lástima. Pero igual sobrevive la ilusión de que lo mejor está por venir, aunque mañana temprano el hombre de la casa se va a partido de básket seguido de asado y yo me tengo que quedar con la prole, la panza, y la empleada a la que cada vez soporto menos. Cambia, todo cambia.
Saudade del verano
EStamos en diciembre. A pesar de que estoy mentalizada para no tener vacaciones en la playa (con episotomía y recién nacido no me tienta), no me puedo contener y estuve chequeando páginas de mis inmobiliarias favoritas. Iría a Portezuelo este verano, si no estuviera tan cerca de mi familia política. Hay casas que ya me las conozco perfecto de tanto mirarlas, año tras año. Pero esta vez no va a ser posible, snif.
jueves, 2 de diciembre de 2010
Los que siempre llegamos tarde
El hombre de la casa anda por los pagos de Rocha, allá en el paisito. Entre otras cosas, anduvo por Punta del Diablo. Parece que buscaba sorprenderme. Hace cuatro años estuvimos por comprar un terrenito ahí. Fuimos en pleno invierno, solos. La guita nos alcanzaba, el precio todavía era razonable. Pero no. Lo dejamos pasar y ahora,
ahora!! valen cuatro veces más que hace cuatro años!!!
No hay caso, están los que se avivan a tiempo y se tiran al agua, se arriesgan, hacen negocios, ganan. Y después estamos los otros, los que combinamos el momento de pagar la tarjeta con el de los reintegros de la obra social para que den los números. Carajo.
De la lluvia al sol radiante de diciembre
No sabemos cómo pero pasamos de los gotones de lluvia a los gotones de sudor. Pesado el tiempo y pesada yo con la panzota. Pesada la tele con mi hijo convaleciente. Pesado el chiquito que quiere ir al agua y yo tengo un tirón de ciática. Ché parece que me estoy poniendo vieja, y lo peor es que ya no es noticia nueva.
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Arrorró de ventilador
Ya pasó el loquero del día, el calor llegó con todo, la pileta ya se estrenó, mi casa ya adquirió temperatura de horno recién apagado, ahora la estamos calmando a ventilador y run run del aire acondicionado.
Los pichones duermen, el hombre de la casa se fue a Rocha a arreglar el viejo ranchito del sueño hippie, para dejarlo en alquiler. Finalmente cayó en las garras capitalistas, como todos.
Tengo niño ya operado de hernia, en casa, rengo, mimoso, pero recuperándose perfecto. Mi madrina que ya está llegando a Retiro para tomarse el bus al salto oriental,
(¨mi dulce tierra natal/aquella de la inocencia¨, dirían Los Olimareños).
Los días pasan, las situaciones pendientes se resuelven, y yo cada vez más cerca del parto. Ay!
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