Un libro de Anne Tyler

No sé si era ¨el matrimonio amateur¨ o ¨encuentro en el café nostalgia¨, es que los dos libros hablan de una madre separada, con tres hijos, pero con distinto énfasis, el primero más sobre la madre, el segundo, más sobre los hijos. Bueno, entonces, recuerdo la descripción de una madre con hijos adolescentes que salía todas las noches a llorar en el auto dando vueltas durante una hora para desahogarse de la rabia y la impotencia que le producía la relación con sus hijos. Y yo que tengo a los míos de 9 (equivalente a 5-6 de edad cronológica), 8 y 2, y uno en la panza mamando los gritos mientras madura su sistema nervioso. Y no puedo con ellos. Hoy repartí una ración alta de gritos y penitencias durante la cena, sin resultado. No comieron pastel de papa, no se quedaron sentados, se pelearon, me dijeron cosas feas. Mi marido llegó pasada la cena, mi huésped desde hace seis meses, primo con aire condescendiente que está desde entonces viviendo de arriba, sólo mira con cara de qué loca se ha vuelto esta mina. Mis cenas familiares idealizadas se desmoronan cada vez que nos sentamos a la mesa. Son las once y media de la noche, o casi, y Guille sigue sin dormirse, de hambre. Agus acá al lado en mi cama en la oscuridad, porque si no sigue despertando al hermano, y abajo mi marido y el otro mirando la final de la copa libertadores, con luz y ruido, no me queda espacio libre para hacer dormir al chiquito. Y así. Será una penitencia suficiente, se dará cuenta de que si no come no se puede dormir? servirá para algo más que para amargarme la mañana, cuando a las 8 am piense en lo mal que durmió y me compadezca para no despertarlo? o para cuando lo despierte y lo zarandee para que se levante, para pasar el día entero, justo mañana, hasta las seis de la tarde en la escuela?

Soy una madre equivocada? no sé ponerle humor a los problemas de los niños? no tengo paciencia? soy demasiado agresiva? demasiado pasiva pero intermitente? o sólo tendría que hacer fideos todos los días? claro que fideos de trigo y fideos de arroz, y comida para el hombre de la casa que le pone cara de asco a un simple tallarín con aceite y queso.

Basta por hoy