sábado, 28 de agosto de 2010

sana envidia


No existe, ya se sabe. Pero a veces me da la insana, muy pocas, tiene relación con los puntos neurálgicos de mis frustraciones. Ultimamente fantaseo con irme de viaje una semana, sola. Con panza de cinco meses no parece buena idea, y no veo cómo dejar a tres niños con la empleada nueva y mi marido. Y ahí una amiga me cuenta que se fue a un congreso, quince días, de Madrid a Paris, todo junto. Y me pega mal, eso de saber que hay cosas que indefectiblemente no voy a poder hacer. No en las mismas circunstancias. Para soñar con un viaje de placer y sin culpas, y que suene razonable, la fecha probable es de aquí a un lustro. Veremos. Roma, pienso. Aunque en Barcelona tengo casa y comida asegurada, y amigas. Sueño un poco más y me conformo, alguna vez lo voy a hacer.

2 comentarios:

  1. Casa y comida asegurada?

    (che, vos viniste al mundo para esto?)

    No. No te hago cargo de nada. Parà! para!

    Y si vivìs?

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  2. bueno ché, que si una no puede divagar en su propio blog, dónde si no?

    casa y comida por un tiempito razonable decía. Ya se me ocurrió a quién caerle en Roma también. Pero para cuando yo llegue a ir ellos ya se van a haber mudado de país...

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intentalo que podés!