martes, 13 de diciembre de 2016

Mi blog está gagá

ME repito tanto en las quejas y reflexiones, a veces a propósito y otras ya sin acordarme pero sospechando que estoy diciendo algo que ya dije antes. Mi blog y yo estamos gagá.
Estoy tratando de preparar un exámen de actualización para poder conseguir un trabajo que probablemente no pueda sostener en el tiempo por mis problemitas de flexibilidad horaria y vida familiar y  también por algún tema de ego herido, de expectativas destrozadas por el tiempo, de algún jefe o jefa histéricos y menores que yo, ya puedo vislumbrar los problemas que me van a llevar a dejar el próximo trabajo que tenga, si es que alguien me contrata a los 45 y con tantos huecos de años no trabajados y experiencias deslucidas por el tiempo.
Pero mientras estudio no me concentro, me aburro de ansiedad de escuchar lo que ya sé pero no voy a recordar. Estoy haciendo un curso online, clases grabadas, es el siglo XXI nomás.
Mientras escucho la clase por segunda vez no me puedo quedar quieta, hago listas de precios de los libros que tengo que comprar a mis hijos, y muchas otras listas más. Pero no me concentro en lo que estudio. Tampoco me decido a poner ropa en el lavarropas, ir al gimnasio u ordenar el caos que hay en la casa, en la mesa del comedor a mi espalda. La ansiedad me acelera y me paraliza.  Como siempre, como desde hace años

martes, 29 de noviembre de 2016

Evitando repetir


Justo venía a escribir un post sobre lo que hice, y hubiera debido y debería haber hecho y habría hecho hi hubiera sido o no, y ahí me doy cuenta de que es lo último que escribí por suerte, y de mis 900 posts debe haber unos 200 dedicados al tema, porque para las obsesiones sí que soy eficiente

lunes, 21 de noviembre de 2016

Como antes

El siglo XXI ya está bien estrenado, ya deberíamos dejar de nombrar ¨dosmildieiciseis¨, en cualquier momento los millenials  hablan del dieciocho y vamos a quedar desactualizados unos cuantos.  Sin darme cuenta pasaron quince años del nuevo siglo y yo como madre, a veces angustiada y otras veces plácidamente envolviendo a mis hijos con abrazos. Otras veces a los gritos. Mi carrera quedó por el camino pero todavía sigo juntando pedazos rotos, no me termino de enterar, se me hace carne la noticia cada día como si fuera nueva. Se me pasaron quince años esperando, pensando en lo que iba a hacer dentro de un tiempo, creyendo en oportunidades futuras y ahora de pronto me cayó como un rayo, tengo cuarenta y cinco, mi currículum pasó de importante a deprimente. No estoy diciendo nada nuevo. Siempre es lo mismo y sin embargo lo resucito cada mañana y le doy vueltas a las mismas ideas tratando de entender si lo que hice es lo único que podía haber hecho. Si debería haberlo hecho mejor. Pero la realidad es una sola y ahora en vez de escaparme de ella con fantasías sexuales me evado a un mundo de pesadillas del pasado que no fue y el futuro que temo, y por supuesto, el presente que no puede ser.
En estos años en que cambió todo, empezando por mí, siguiendo por la ciencia y por las otras posibles carreras laborales que no seguí en las empresas de las que me fui o me fueron: ahora estoy haciendo un ¨curso de actualización¨ y veo que hasta ese otro mundo evolucionó desde mis primeros cursitos de investigación clínica en 2003 cuando el siglo era realmente nuevo y mis hijos eran realmente bebes y yo todavía era realmente joven. Me  miro la piel y veo que todavía no entré en la decadencia, tengo unos cinco años para agarrarme de lo que sea, y no sé para dónde agarrar. La carrera ya está perdida, me queda caminar como sea hasta la meta, que no sé cuál es. Quizás ese es el problema desde siempre.
Como antes. Ya no escribo todas las noches en el blog para quejarme de mí misma. Ese ejercicio tan neurótico que me liberaba y me tenía convencida de que quizás iba a llegar a ser escritora un día futuro. Pero además puse a prueba mis cuentos chotos y corregidos. Están mejor que en el blog donde los publiqué alguna vez pero, se los dí a leer a una editora que me dijo, no, yo te voy a dar consignas para escribir. Y me vendió un taller literario personal. Y que todo lo otro lo tire, lo recicle. Y entonces me hace escribir en su taller y ahí si, me corrige párrafo y adjetivo de lo que escribo como si algo de eso tuviera valor y ahí paso de la humillación a la sospecha. Ya no sé si se trata sólo de que lo mío es tan malo o si además me están vendiendo un buzón otra vez.
Mis hijos siguen siendo chicos pero si tienen un ipad o cualquier tipo de pantalla los pierdo en segundos. Está claro que ya los estoy perdiendo. Van creciendo y yo quedo atrás. Todos tienen algo más que hacer y yo tengo que ocuparme de las cosas que no me interesa. Más ropa y desorden, todas las comidas, la compra del supermercado. Y la empleada del 2016 ya caducó, hizo sus meses de ahorro desde Abril y decidió volverse a Paraguay, y yo termino cada vez más asqueada de la relación insípida y la presencia detestable. Esta empleada ni siquiera le hablaba a los niños. Me dijo antes de irse ¨es que no hacen caso¨.  El odio me crece, me he vuelto una mala persona, tengo que meter gente extraña en mi casa y ya no las soporto más pero desaparecen tres o cuatro días y la mugre en el hogar da vergüenza , y yo no tomé nada, ni una copa de vino ni un rivotril pero sigo tirando cosas y podría seguir porque también la relación con mi marido da signos de cansancio pero no hay otro camino para andar más que seguir juntos, compañeros en la adversidad de bancarnos las diferencias, y yo otra vez colgada con situaciones que no puedo resolver y que él decide que no son importantes porque tiene otras cosas que hacer. Y así estamos, podría ser un buen momento para irme a la cama. Se supone que empecé a hacer meditación y que eso me va a ayudar a ver pasar las emociones, no tomarme los pensamientos tan en serio. No parece por todo lo que estoy escribiendo. La cosa es aceptar y no juzgar. No sé si haré rendir la plata que pagué por el curso, quizás en un par de años lo haya logrado. Ahí una vez más la fuga hacia adelante, y con eso puedo cerrar por hoy con la comprobación de que la empleada me robó dos USB antes de irse, con muchos datos valiosos y fotos, quizás algunas irremplazables. Y me pregunto qué tramoya le habrá propuesto el novio para ver si pueden sacarnos algo de plata y mi nivel de paranoia se está poniendo bravo, y supongo que debería insistir más con la meditación pero si esta hija de puta inventa algo y tengo razón, qué negro se ve todo a veces

lunes, 19 de septiembre de 2016

semiconsciencia

hoy me despertó el timbre a las 5.40 y quedé en ese estado en que no me volví a dormir pero todo lo que he hecho desde entonces es estar medio dormida. No tomé café y no ayuda. O será la pátina de la depresión que vengo negando desde hace un rato. Vivo en la sombra. Esperando siempre a alguien en algún lado, a mis hijos en sus actividades, a un doctor, en la cola del supermercado o en el auto, el próximo semáforo. Vivo esperando y a la vez se hace cada vez más claro que ya no puedo esperar mucho. Viene en dos días una amiga de Uruguay camino a un congreso. Hace unos tres o cuatro años del último congreso en el que participé, como oyente obviously. Mi alma nerd siempre amó los congresos. No veo un congreso en mi futuro.
Lunes a la mañana es el día perfecto para descubrirse una depresión. La esperanza es que a eso de las dos o tres de la tarde de pronto me de cuenta de que ya pasó todo por esta semana. O no. Me falta energía y pienso en todos los que por ahí rebosan de energía y proyectos. Lo que me falta a mí.
Me acabo de acordar de un audio de whatsapp que me mandó ayer mi madre. Gracias a internet puede ser tóxica a 10000 km de distancia.  Le había comentado que tengo tos y su respuesta siempre fuera de foco, siempre una crítica ¨vos te fuiste a Francia de vacaciones pero no parás, tenés que parar¨.  Nadie me entendería y menos si lo escribo en un blog, pero mi madre en algún lugar de su subconsciente quiere que yo siga siendo sólo hija.

jueves, 15 de septiembre de 2016

en caída libre pero no se nota

Mi penúltima esperanza fue el Mindfulness, pero como tantas cosas no me agarro lo suficientemente fuerte, no lo practico, no logro parar la maquinita de mi cabeza que se la pasa tirándome cascotes.

Siento en el cuerpo lo que vengo cocinando en mi cabeza hace rato, por momentos sobre todo a la tardecita, parece que me falta el aire y creo que es una angustia sin palabras, una sensación de encierro que no tengo ganas de explicar a nadie.

Esto de vivir a la sombra esperando llevando trayendo me ha dejado lejos de los amigos. O fue el tiempo. hablo de amigos del pasado, de los que compartieron mi vida de hace veinte años. Yo cambié unas tres o cuatro veces desde entonces, ellos también. En algunos se nota más que en otros. y están lejos

No trabajar te deja sin amigos de esos diarios, superficiales pero que al final del día son los que saben de tu vida actual cada detalle bolado. No tengo de esos

Mis hijos empiezan a verme condescendientes, como alguien que está de costado o por debajo, sosteniendo. No estoy arriba, no soy un modelo a aspirar.

Los padres de la escuela, la gente alrededor, me da ganas de ponerles una piña cuando me dicen ¨vos siempre corriendo¨ y en el fondo piensan, a dónde vas tan apurada, es de histérica nomás, si no tenés nada que hacer. 
Siento que no tengo que hablar con nadie más, nunca más. Imposible. Y me voy a seguir arrepintiendo cada vez que abra la boca.

Mi hijo de catorce se está poniendo tan divino. Está evolucionando su divinez. De niño redondeado a adolescente estilizado. Pero está a cinco minutos de un TOC con la limpieza. Y mira demasiado Glee. Tengo la sospecha de que va a ser gay. Quizás me equivoco. Quizás todos los padres neuróticos temen catástrofes en sus hijos. No es que ser gay sea una catástrofe, es muy siglo XXI y sería la nueva generación. Mi tío es gay pero nunca lo dijo abiertamente a la familia.  Creo que sería una culpa más para cargarme. Madre omnipresente que prodiga tanto amor que al final asfixia? Padre ausente? Genética? El futuro llegará, de eso no tengo dudas, y me va a responder

martes, 30 de agosto de 2016

multitasking mental

Llevo tres horas sentada frente a la computadora. En teoría estoy resolviendo varios problemas a la vez pero en la práctica no he pasado de googlear, llamar por teléfono sin que me atiendan o que me respondan negativas. La actividad frenética siempre está en mi cabeza. Y me estoy enfrentando a un cierto congelamiento. Me quedo paralizada, congelada sin poder actuar mientras pienso lo que debería hacer, que son demasiadas cosas, en demasiados ámbitos. La conclusión de los abuelos, el que mucho abarca poco aprieta. No avanzo.

Trato de buscar opciones de trabajo entre linkedin y mi memoria de contactos. Me encuentro a una de mis tantas enemistades como manager de una empresa a la que mandé un cv este año. Veo que es un lugar al que no voy a volver a contactar. Mis búsquedas de trabajo son poco serias y muy imaginativas. Pero hoy no voy a entrar en detalles. Acabo de leer cómo definen a la biotecnología en dos párrafos en la UADE y pienso cómo yo dudaba tanto de si era o no para mí tal o cual carrera, y a cuántos nabos convencen ahora con dos párrafos, dos tuits, y ya está, encontraron su camino en la vida. Mientras tanto yo me sigo comiendo los dedos y no puedo parar.
Tampoco puedo parar de culparme por no haber llegado a ser phD o posdoc o investigadora o docente universitaria. No tengo paz. Pero mi ego me recuerda que soy MSc. Y después no le alcanza.

martes, 16 de agosto de 2016

cómo hacer para no repetirse

Quise dejar el resto de la historia del viaje para contar en algún momento especial pero se me pasó el tiempo, todo lo que hice fue una ráfaga de tuits donde transcribí las ideas que fui teniendo en el viaje y que logré escribir en un cuaderno unas horas o días más tarde. No es fácil pasar un mes, 24/ 7 con toda la familia. Mi motor para escribir es la soledad, el aislamiento aunque sea por un rato, pero sabiendo que es de verdad. Si hay excusas alrededor se me hace difícil, parece inminente la interrupción. 
Pasé un mes sin twitter y sin facebook y fue muy saludable. Pero retomé el vicio al volver. Yo soy mi principal interrupción para escribir, ya no puedo pasar más de unos minutos sin ir a chequear los updates. Es la escapatoria de mi ansiedad de siempre. Ahora estoy tratando de cumplir mi meta 2016, tengo que terminar el año con un libro autopublicado, o un trabajo, o los dos, o lo que llegue primero. Siempre tan coherente mi pensamiento, no aprendo más

sábado, 6 de agosto de 2016

Razones por las que no estamos muertos hoy

 15 de julio, en Niza, al otro día del atentado

Me tomé unas vacaciones offline muy recomendables

Razones por las que no estamos muertos hoy. Pasamos tanto calor una semana en barquito en el Canal du Midi, que le compré musculosas a los chiquitos al pasar por Carcassone, hace una semana. Pero no tuve tiempo de lavarlas hasta llegar a Niza, donde el apartamento de airbnb tenía lavadora. Y no las encontré  hasta ayer. Les puse musculosa el día nublado y fresco. Seguimos saliendo tarde y llegando tarde a todos los pueblos, a las boulangeries, cocinas de restaurantes y también a las tiendas. Volvimos tarde de Cannes justo para ver los fuegos, antes cenamos y yo encontré abrigo para mí y para Andrés,  pero recorrí las tiendas de turistas desde la peatonal a la rambla (la promenade des anglais) sin encontrar una campera talle 8 o 10. 
Yo quería caminar justo hasta el hotel Negresco, el de la cúpula, pero mi marido me dijo, paremos acá, una cuadra menos para volver.
Cuando terminó el espectáculo corría ese viento frío de la noche en el mar y había miles de personas, tantas que asustaba la masa.  Mi hijo de 8 me había preguntado a la tarde, mamá, puede haber un atentado acá? yo le dije, todo es posible.

Empezamos a caminar rápido, por la mano del mar, justo por la que vendría el camión unos minutos después. Yo me cambié de mano y luego empecé a caminar hacia adentro del pueblo. Mi marido me dijo, qué hacés, le dije, vámonos de acá, hace frío. 
Pasamos al lado de dos bicitaxis. Los nenes los miraron suplicantes pero la lógica tercermundista no daba para gastar quién sabe cuántos euros a pesar del frío y el cansancio. Las bicitaxis estaban enfilando justo hacia el camión. 

 por facebook y whatsapp fui escribiendo en las horas siguientes
Estábamos en el camino del camión en la promenade 10 minutos antes y al terminar los fuegos subimos para adentro de la ciudad porque hacía frío. De pronto se vino de atrás una masa de gente corriendo, empezamos a correr por la plaza Massena, y al salir de ahí se nos vino otra masa de frente. Por suerte alguien abrió la puerta de un edificio y me metí ahí con lucas juli y nico. Gabriel y Marcos por otro lado. Nos ubicamos unos veinte minutos después.  Nos metimos por callecitas de la ciudad vieja rumbo al puerto. Por las calles la gente salía corriendo en estampidas más de media hora después. Llegamos bien, los chiquitos muy asustados. No vimos nada de tele por los chiquitos. Cuando corríamos no sabíamos qué pasaba. Dijeron  un tirador, 3 muertos
Yo no escuchaba nada así que me decía tiene que ser lejos, mientras miraba por dónde correr. No quería creer que estaba en medio de un atentado
Los chiquitos estaban con mucho miedo pero ayer ya mejor aunque a la noche decían tengo miedo quiero dormir con mamá otra vez( 😘😎)
Ayer nos tomamos el día tranqui),  salimos a las 4, parque, tiendas (casi nada abierto) y cine, la era del hielo 😵 así que fue quedando atrás pero si pienso en las circunstancias por las que podriamos habernos quedado ahí es muy fuerte, estábamos en el paso del camión, nos fuimos, pero si hubiera tenido abrigo para los chiquitos nos hubiera agarrado una estampida mucho peor. Justo refrescó ese día y no volvimos al apto xq veníamos de Cannes. Antes de los fuegos le compré buzo a marcos pero no encontré para los chiquitos que estaban de musculosa. Si hubieran estado abrigados seguíamos por la ramblas (promenade) hacia el puerto donde esta el apto, pero subimos por el viento, y estábamos en una plaza ancha  y no una calle estrecha, todo nos ayudó 
Cuando  nos agarró la corrida de gente Justo pasó un tranvía y Gabriel y marcos quedaron del otro lado. El tranvia se paró (en medio de la plaza masenna). Ahí empezó el lío y nosotros corríamos. De pronto se vino otra masa de gente corriendo en nueatra dirección...
Adentro del edificio me pude comunicar x SMS con Gabriel en unos minutos. Ellos estaban escondidos en unas escaleras bajando la plaza

El póster de Niza que tenía colgado en mi cuarto desde 1985 cumplió su destino anoche. Tercera vez en Niza, la última.

lunes, 20 de junio de 2016

experiencia literaria, no en el hotel Ostende, sino en un hotelucho del centro de Montevideo

querido blog, acá estoy haciéndome amiga otra vez como en las viejas épocas. Esta es una escapada rara, tenía muchos trámites que hacer en montevideo y cero ganas de parar en la casa de mis suegros y su acumulación de capas geológicas de pasado, ni en las casas de mis amigas y sus familias porque justamente, vengo sin hijos propios así que me tomo vacaciones de hijos ajenos, y bue, así terminé en un hotelito muy cerca de todos los trámites que tengo que hacer. Mi pequeña versión del retiro literario. Me traje la laptop pensando que no iba a poder escribir pero me hice un buen hueco para mi entretenimiento que es tanto menos útil que las divinas que hacen tutorials de DIY.
Pero detrás de las obligaciones hay un secreto. Estos últimos días vinieron medio pesados con mi marido. Después de diecinueve años, primeras semanas de mal humor en serio de su parte, seco y sin condimentos. Y la razón era la más vieja del mundo. Me tuve que sacar el DIU y por supuesto que yo prefiero volverme de mármol antes que exponerme a quedar embarazada otra vez. No lo resiste mi cuerpo, mi mente ni la estructura de la casa o de las cabecitas celosas de mis otros hijos. Yo no sé si en algún rincón de su mente a mi marido le hacía gracia la idea de tener un hijo más como esos que dicen lo mandó Dios. Y volví a descubrir la noticia más vieja del mundo. El sexo es la base del matrimonio, la médula espinal, la vaselina, todo.  Además de las épocas de posparto me doy cuenta de que hemos mantenido una frecuencia razonable en todos estos años, y que el delicado equilibrio familiar se ha basado en el deporte más viejo del mundo. Así que cuando había pasado un tiempo prudencial y no suicida, volvimos a hacer marchar la sex machine  y todo volvió a la normalidad, los besos y la buena onda. Pero yo me vine igual a Montevideo y lo dejé al hombre sólo el último día del feriado con la casa hecha un caos, los cuatro niños para entretener alimentar bañar y ordenar antes de volver a clases. Una pequeña proeza para todos. No es una venganza, es un descanso.

lunes, 30 de mayo de 2016

Tensión y relajación

Tensión es lo que crees que deberías ser, relajación es quien realmente eres. Estoy tratando de recordar qué es eso que estoy pensando y entendiendo todo el  tiempo, rumiando en mi cabeza como una iluminación. Estoy tan gastada de pensar lo inútil.


Sigo creyendo que debería tener un trabajo más importante, que mi neurosis desperdició los años de estudio esfuerzo y trabajo en dedicarme a llevar a mis hijos al jardín, a estar presente a todas las horas posibles y sin embargo no he podido convertirlos en deportistas ni sacarlos de la pantalla de turno. Los más chiquitos ahora son fanáticos de videos de youtubers. Estoy cada vez peor. La familia no se divierte. Recién después de varios años de vida familiar pude ver del otro lado del espejo,  atravesar el espejismo de la fantasía  para ver que en realidad es un embole estar en familia.  Veo en la actitud de mi hijo de trece años el tedio y la incomodidad de estar en familia aunque tengo todavía mis momentos de mimos con él, cuando decide dejar salir al niño que todavía tiene guardado

Se me olvida en la idealización, en lo que se supone que debería ser,  que lo pasé como el culo en todos y cada uno de los trabajos que tuve, desde la primera hora. Porque era la más chica, la más torpe, la distraída,  la tímida, la nerviosa, siempre hubo una jefa histérica, un motivo para sentirme una impostora, un terror que no podía enfrentar, una duda que me cortaba  la respiración, estoy haciendo lo correcto, cómo va a ser el futuro.

Cómo hago para convencerme de que las cosas no hubieran sido mejores de otra manera, que cada vez que hice algo distinto a esto lo pasé mal, muy mal aunque a veces me sentía realizada durante un rato. Por qué no pensar que si hubiera hecho el doctorado lo hubiera pasado muy pero muy mal y que quizás hubiera fracasado un año o dos o tres años después, que mi carácter disperso y negativo no era el más apropiado para la resistencia que se necesitaba para resistir ese proceso.  terminar La licenciatura fue el momento de la felicidad,  la época en que mi esfuerzo valió y yo creí en mí, pero cuando terminé la maestria me sentí una impostora y fracasada que tenía que pasar un mal trago. Extrapolame eso a terminar un doctorado, con la competencia y el elitismo de la investigación y de  cualquier set de colegaas que me hubiera tocado.
Si esa es mi gran duda, no queda mucho lugar para las otras dudas menores. Primer trabajo, asistente de investigación clínica, jefa hija de puta, trabajo monótono y deprimente, archivar miles de documentos, mandar cartas cambiando nombre y fecha, hacer llamados telefónicos que me resultaban intimidantes. Demoraba todo lo posible esos momentos en que tenía que pedirle a alguien que me mandara algo,  toda la cadena burocrática infernal de la industria farmacéutica.
Segundo trabajo, parecía que iba subiendo en la carrera como cualquiera pero me despidieron a los tres meses, cierto que era una suplencia y que la jefa era una histérica y putona pero el poder es el poder y no lo supe respetar jamás

Tercer trabajo no encontraba bien qué hacer, mi jefe me revisaba google y me contrató porque le parecí linda. De eso estoy segura. Igual me despidió por reducción de personal. También me deprimía ahí adentro de la oficina 1ro F con vista al pozo de luz en pleno barrio de congreso, una hermosura

Cuarto trabajo después de un año de incertidumbres. Finalmente estaba en mi lugar, pocas horas, flexibilidad horaria, home office, poco trabajo en síntesis. Tenía cosas muy interesantes y otras no.  La peor parte era la de servir el café con madalenas para la reunión mensual y el patronizing de todas las chicas más jóvenes con carrera que se compadecían de la pobre mujer esta que está en este puesto. Por eso nadie me trataba mal, excepto otra vez, una mina de mi edad pero que estaba en un puesto gerencial por casualidad pero también por perseverante. Tuvo el culo de ser la única empleada de una oficina multinacional por un par de años hasta que la trasladaron a usa porque acá no tenía nada que hacer

Penúltimo intento, trabajar con amiga hiper eficiente y exigente, manager de un laboratorio, ella la única empleada, la peor experiencia de mi vida, me tiró tan abajo la autoestima su nivel de críticas que desde entonces no tuve mucho coraje para volver a intentar seriamente tener un trabajo

El último, cayó del cielo de linkedin, traducciones en negro, con el mismo sueldo que mi limpiadora por horas. Parecía buen trabajo pero le pedí aumento y le discutí la condición de tener que traducir las gráficas que estaban en pdf

Desde entonces estoy libre. Pensé que iba a escribir más pero me pasé medio año con obreros en la casa y esa fue una gran excusa para desordenarme la vida

Con menos problemas en el mundo externo también es más difícil inventar sobre qué escribir

También estoy retirada del mercado de las fantasías amorosas aunque no piense concretar, ya no tengo ni fuerzas para imaginar. Me cae el desánimo apenas me pongo a fantasear con algún flirteo, me veo con la panza afuera, las tetas caídas y poco deseo sexual. Todo se apagó. Estoy anulada. Subsiste la llamita adentro de mi cabeza de ideas que rebotan como una vela. Afuera soy todo cocinar y manejar, buscar zapatos y voligomas, fonoaudiólogas y dentistas. Organizar horarios y hacer las compras en el supermercado.
Para contrarrestar la locura me recomendaron meditación, consciencia plena. Mindfulness. Y veo que todos los problemas se podían mover de lugar soplando. Inspirar, espirar, respirar. Aprender a sacar las ideas fijas de la cabeza. Atención plena. Necesitaba aprender esto hace veinte años, no, veinticinco años. Lo hubiera logrado? Vuelvo a la pregunta inicial, ¿otra vida hubiera sido mejor que esta?.
Pero la única vida real que tengo es esta y antes de que me ponga vieja en serio tengo que volver a vivir con alegría.  No me acuerdo dónde la puse, como tantas otras cosas que tengo perdidas en mi casa. Debe estar ahí en algún lado. A ver si la puedo encontrar.



jueves, 28 de abril de 2016

El problema es que mis hijos están haciendo algo más importante que yo ahora



Pasan los años, sigue la logística imposible, la distancia al colegio, los remises de mierda, las empleadas apenas capaces de responder, yo sigo con mis tareas asignadas pero mis hijos van creciendo, ayer se le cayó el primer diente al más chiquito, cinco años y tres meses! Y qué, yo escribiendo, bobeando, fantaseo con publicar algo. Pero mis hijos están en este momento haciendo algo más importante que yo. Es así, ellos están construyendo su futuro. Yo, sosteniendo el presente.  La ecuación no me da, yo tendría que estar haciendo algo importantísimo. Ese era todo el asunto?

martes, 22 de marzo de 2016

ya era hora de volver


Los monólogos que antes escribía en el blog, ahora transcurren sólo en mi cabeza, mientras voy manejando. No voy a volver con el tema twitter, netflix y on demand que me han sacado los huecos que antes le dedicaba a esta catarsis, pero es cierto, ahora resumo mi angustia en 140 caracteres. Creo que es una buena noticia, o no?

Mi hijo mayor cumplió quince años este fin de semana. El primer hijo, el del drama, síndrome de down y todo el caos, el que me cambió el libreto de la vida. Pasó tanto tiempo que ya fue todo, el drama, la época de tener bebes, el caos mayor, y ahora planeo bajito sobre una multitud de problemas domésticos que alguien más podría resolver si tuviera en quien delegarlos, un hada madrina o una especie de mayordomo chofer asistente social niñera estrella como aparecen en las series yankis. Y en esas cuestiones se me pasó el cuarto de hora para todo.
 Así que, aunque en mi cabeza siga haciendo planes y conjeturas de futuros posibles, la verdad es que mi futuro profesional no existe. Soy un ama de casa licenciada en bioquímica y con un master en biotecnología, una maestría incompleta en epistemología e historia de la ciencia y múltiples cursos de investigación clínica, arte y literatura. Soy un cocoliche.