Siento en el cuerpo lo que vengo cocinando en mi cabeza hace rato, por momentos sobre todo a la tardecita, parece que me falta el aire y creo que es una angustia sin palabras, una sensación de encierro que no tengo ganas de explicar a nadie.
Esto de vivir a la sombra esperando llevando trayendo me ha dejado lejos de los amigos. O fue el tiempo. hablo de amigos del pasado, de los que compartieron mi vida de hace veinte años. Yo cambié unas tres o cuatro veces desde entonces, ellos también. En algunos se nota más que en otros. y están lejos
No trabajar te deja sin amigos de esos diarios, superficiales pero que al final del día son los que saben de tu vida actual cada detalle bolado. No tengo de esos
Mis hijos empiezan a verme condescendientes, como alguien que está de costado o por debajo, sosteniendo. No estoy arriba, no soy un modelo a aspirar.
Los padres de la escuela, la gente alrededor, me da ganas de ponerles una piña cuando me dicen ¨vos siempre corriendo¨ y en el fondo piensan, a dónde vas tan apurada, es de histérica nomás, si no tenés nada que hacer.
Siento que no tengo que hablar con nadie más, nunca más. Imposible. Y me voy a seguir arrepintiendo cada vez que abra la boca.
Mi hijo de catorce se está poniendo tan divino. Está evolucionando su divinez. De niño redondeado a adolescente estilizado. Pero está a cinco minutos de un TOC con la limpieza. Y mira demasiado Glee. Tengo la sospecha de que va a ser gay. Quizás me equivoco. Quizás todos los padres neuróticos temen catástrofes en sus hijos. No es que ser gay sea una catástrofe, es muy siglo XXI y sería la nueva generación. Mi tío es gay pero nunca lo dijo abiertamente a la familia. Creo que sería una culpa más para cargarme. Madre omnipresente que prodiga tanto amor que al final asfixia? Padre ausente? Genética? El futuro llegará, de eso no tengo dudas, y me va a responder
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