Hace 13 horas
miércoles, 27 de marzo de 2013
Tipos que la tenían clara
Esta historia empieza con ¨cuando tenía veinte años¨, que es el período borroso entre los diecinueve y los veinticinco, todo lo que pasó en mis años de vida ¨adulta¨ en Uruguay. Bueno, decía, por esos tiempos conocí a una cirujana española que se había dedicado a la homeopatía, algo que me deslumbró en aquella época. Incluso me compré un libro sobre Hanhemann, el creador de la teoría. Aunque claro que esa información en medio de una carrera en ciencias biológicas, estaba un poco peleado por no decir del todo, con el método científico. Con los años y algún curso de epistemología le pude poner rótulo a la homeopatía, pseudociencia. Aunque sí, he escuchado muchas historias de qué bien les funcionó, bla. Otro día te cuento los fundamentos de mis teorías ahora pseudocientíficas (propias) sobre todo para alergias. No te puedo dar el no rotundo sobre eso. Ese es el mayor triunfo de toda pseudociencia. Pero hoy mi reflexión viene por otro lado. La teoría unicista de la homeopatía era una brillantez total. Todas las enfermedades de una persona procedían de un único mal y se curaban con un único elemento natural, según la personalidad, y el tipo había armado toda una tabla enorme, un excel del siglo XVII, un libro. Las emociones negativas se van internalizando en el cuerpo hasta instalarse como una enfermedad. Esas ideas geniales. El hombre (Hanhemann) habría leído también sobre medicinas tradicionales chinas, hindúes, eso es muy posible. Nadie es ni fue iluminado de la nada. Y todo esto a cuento de qué viene: es que me entero ahora de que tengo nódulos en la tiroides, no es preocupante, pero de pronto cuando salí de la endocrinóloga, me vino a la mente aquella teoría del médico alemán. Todo lo que no dije y me guardé atragantado durante tantos años, se fue metiendo para adentro, para adentro. Y así terminó. Como un nódulo a la altura de la garganta, o varios. ¿No es una manera genial de explicarlo? Me voy a dormir pensando en esos sabios del pasado que lograron explicar el mundo en que vivían. No importa si tenían razón o no.
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(Creo que) entiendo tu punto, a mí me pasa con la psicología a veces (y me recibí de psicóloga!!!): me resultan bastante divagues la mayoría de las premisas pero a veces, de vez de cuando, pienso "ahhh y si eso es lo que me está pasando a mí con tal o cual tema?"
ResponderEliminarEn fin, espero que lo tuyo no sea nada y que estés empezando a decir lo que sea que te fuiste callando. Beso grande!
ja!!! qué confesión la tuya Ann!!!! y no te quiero decir que a la psicología se la considera una pseudociencia porque perdemos nuestra amistad bloguera, un abrazo enorme!!!!!!
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