viernes, 1 de junio de 2012
Viernes limadísimo
Uno de los amigos de Guille me preguntó, con una pizzeta en una mano y una coca en otra (otro niño metido que escucha las conversaciones de los grandes, diría mi abuela):
-tres hijos tuyos tienen cumpleaños hoy, en serio?
Si, querido. A la vez. Antes de llegar a la bendición del viernes a la noche me hice un tour por belgrano (y antes de eso, trabajé, busqué niños en el colegio, a mediodía, otros kilómetros más, para los que no tienen doble turno hoy), cruzando la barrera para arriba y para abajo, entre cumpleaños y cumpleaños. En el medio, cuando Andrés llegó a la susodicha fiesta, no se bancó el ruido porque los nenes ya entraron en la etapa minidisco y karaoke (y él tiene problemas de oídos). Es el tipo de situación que me hubiera amargado de sólo imaginarla, mientras él era mi bebé con síndrome de Down. Pero ahora, en medio de la realidad, y bueno, es un problema más. Se entiende?
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Perfectamente
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