Después del futuro

Hola 2012, un año en el que no recuerdo haber pensado allá por los ochentas o noventas. Lo más lejos que llegaba era al 2010, el año en que hicimos contacto (parte II de Odisea del Espacio, para las blogueras de menos de 30!).  Es como cuando cumplí 25,  según mis cálculos iba a ser grande a los 24.  Y entonces? el mundo sigue girando y acá vamos rumbo a otro año de futuro para gastar.  Hoy me desperté soñando algo que recién reconozco como  mi sueño recurrente de los últimos años:  estoy en una ciudad y de pronto no sé cómo, en un par de cuadras me empiezo a encontrar en la oscuridad y de pronto estoy en un paisaje desolado, impresionante, sobrecogedor.  Y finalmente me salvo cuando me despierto, como dice Junot Diaz.  Hasta los treinta, mi pesadilla recurrente era una ola gigante de la que yo no terminaba de escapar nunca. Se acabó después que nació Andrés, creo que fue la ola que me tapó. Pero acá estoy, bastante enterita. Parada para lo que venga, una vez más.