Cuando son recién nacidos y los tengo de pronto conmigo, chiquitos, flaquitos y con el cacho de cordón medio seco, dan un poco de nervios, la responsabilidad, el susto, y me pregunto cada vez cómo es que nace el amor de madre. No es instantáneo como el Nescafé. Pero sin darme cuenta, una mañana me sonríen desde la cuna y de pronto descubro que ya me tienen loca de amor.
Hace 2 horas
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