ESta semana ha estado pesadita, no sólo por la lluvia y la humedad de febrero, sino porque mi marido se fue de viaje de trabajo. La parte más pesada de estar sola con todos es la noche, la cena, y lograr que se duerman ellos sin dormirme yo en el intento.
Una de estas noche, n medio de todo el despelote de la cena, cortando carne para tres niños a la vez, imaginate esta imágen familiar: notebook sobre la mesa de comer, casi en el lugar de la fuente de las milanesas, Skype prendido, padre de familia en la pantalla, y el bebe de un año que se empieza a parar en la sillita de comer en medio de la comida (o antes). Así que el papá aporta comentarios desde su oficina en Perú:
-Mateo, sentado, sentado!
No hace falta decir que si el niño no hace caso cuando le hablan en vivo y en directo, no funciona mucho mejor desde una pantallita. Y yo además lo tenía que entretener al hombre con conversación sobre lo que hicimos durante el día. Ah, la tecnología.
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Bueno, cuando lleguemos a la clonación por ahí todo sea mejor. ¿No probaste un poco de vino tinto en la cena? Nosotros somos cinco hermanos y mis viejos dicen que a mí me lo ponían desde el chupete (Tanos).
ResponderEliminarAhhh bueno, encima hacerle el stand-up al señorito skypeador? Vos sos too much nena!
ResponderEliminarPau: dejá que el vinito me lo tomo yo y que el hombre haga dormir a la prole!
ResponderEliminarAnn: el hombre se tiene que entretener, sea como sea! por ejemplo, ahora mismo, la cocina es un asco, pero en vez de limpiarla, se le ocurrió hacer pasta frola en medio del líiiio. Una puñalada más al muerto no le hace nada, pero ensucia, creeme.