En esta semana tan sepulcral seguimos hoy entre vampiros, muertos y demás, con la nueva tradición de Halloween, que tenemos gracias a los shoppings. Ayer me preguntaba Guille mientras veníamos en el auto, qué era el día de Saint Patrick. Un misterio de dónde sacó la info porque no va a colegio inglés. Le expliqué que en Irlanda, USA, era una tradición para celebrar al santo patrón de Irlanda, que se disfrazan, es una especie de corso de carnaval, según mi lejano recuerdo de estudiante de intercambio. Pero que acá es una excusa de los bares para vender cerveza, para hacer fiestas en algunas zonas de la ciuidad. Y ahí vino la respuesta de mi 8-year-old,
-claro, como el día del Niño.
No, le tuve que explicar que eso sí es un invento mundial pensado sólo para vender, pero que hay celebraciones como Halloween que en otros países son tradicionales pero en el nuestro no. Y en cambio, por ejemplo en China, la Navidad es algo comercial, una excusa para comprar cosas. Oh, y ahí caí que todavía no tenemos definido 100% que Papá Noel no existe, aunque él ya lo sospecha hace un rato.
Y nada, cada vez que me meto en explicaciones avanzadas al final tengo la sospecha que lo mejor es no explicar de más, pero siempre lo hago.
Como me dijeron tantas veces, no aclares que oscurece.
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