jueves, 23 de septiembre de 2010

Se supone que se suponía que...


No sé si es que últimamente me encuentro con muchos personajes hombres que no trabajan, en los libros que leo, aclaremos, o si es que les presto más atención que antes. En ¨about a boy¨, el tipo que vivía de los derechos de autor de la canción de navidad del padre, y ahora estoy leyendo el último de Murakami (¨crónica del pájaro que da cuerda al mundo¨). Se me pierde alguno pero con esos me alcanza para hoy. Mientras tomaba un café con leche en el bar después de muchos trámites para vender el auto, y esperaba que terminara la clase de tae kwon do mi pequeño shaolin, leía y me comparaba. Los hombres que no trabajan parece que no tienen nada que hacer. Las mujeres que no trabajamos, yo, al menos, no miro a las otras, tenemos, tengo, una vida bastante movida y agitada porque mi no trabajar es consecuencia, causa, razón de ocuparme de múltiples otras actividades familiares. Pero aún así buscaba las palabras exactas para describir qué siento cuando no trabajo: culpa? frustración? remordimiento? y de qué? de la vida que se supone tendría que tener? de lo que se supone que tendría que haber hecho?
Y ahí me surgió una idea irónica. Si hace veinte años me hubieran apostado miles de dólares para definir cuál vida me esperaría llegando a los 39, por cual me hubiera jugado?
A) por catorce años en pareja, vida económicamente confortable, stay home mother y esperando a mi cuarto hijo, y con un hijo discapacitado (con la enfermedad que era mi mayor terror)?
B) soltera/ divorciada, sin hijos/ con un sólo hijo de algún desgraciado, decenas de ex, y trabajando con poco dinero, éxito mediano y mucho sufrimiento en algún lugar de Europa?
Ni hablar que ponía todas las fichas a la opción B. Entonces, cuando me torturo pensando en que no estoy haciendo lo que se suponía que tendría que haber hecho, al final, no sé si está tan mal. Sin dudas, nunca tuve en mi cabeza ser una profesional exitosa, esposa felíz y madre de muchos hijos, todo junto y en la misma vida. Nunca me pareció una opción real para mí. Así que, por qué me quemo tanto la cabeza???

2 comentarios:

  1. Porque no tenes la tarjeta de crèdito "dorada".

    Tenès razòn, pedile una extension!!!

    El problema, es que no sabes que cosa te falta.

    Sabès que no està aca. Y nada mas.

    El eterno dilema de la insatisfacciòn.

    Saludos

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  2. gracias por la buena leche de tus comentarios, como siempre. Ante cualquier duda sobre la repetición de algunos issues, atenete al título de este blog

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intentalo que podés!