Esto lo escuché hoy en la radio, que una mujer con dos hijos baja su productividad laboral en un 22%. Las encuestas son divinas, realmente. Así que si hago aritmética, con cuatro hijos, mi productividad laboral bajaría un 44%, en caso de que estuviera trabajando y percibiendo un sueldo. Pues en este momento ya sabemos que el trabajo de madre no es remunerado. Sigo uniendo cabos, he tenido cuatro reuniones escolares en los últimos días, en cada una tomo nota aún cuando hay cosas más obvias que no sé qué. Todo para poder pasarle el hilo conductor a mi marido. Pero al momento de conversar sobre la reunión del día, no tengo el papel en la mano, y la verbalización se resume en tres o cuatro conceptos, en total, uno o dos minutos. Marido dice que no retengo información, que me estoy anquilosando de no trabajar, y yo agradezco no tener a mano un matafuego (bomberito se llama en uruguayo), porque se lo tiraría por la cabeza.
Conclusiones,
1) puede que las reuniones escolares duren demasiado tiempo para la cantidad de conceptos no obvios que vierten
2) ya no tengo la capacidad de enumerar listas de repeticiones como mi lección de geografía cuando tenía trece años.
3) mi despiste y pérdida de memoria ya están dando miedo, y es algo de familia, nada de alzheimer, puro derrape de distracciones constantes. La justificación que tengo al menos para el estado mental de mi madre, es que años de estrés permanente la han dejado así. Mi vida aparentemente no es estresante, y sin embargo, en mi cabeza hay múltiples manifestaciones, piquetes y embotellamientos emocionales que me han dejado como estoy.
4) no paro de leer, informarme, recordar, e investigar temas que me interesan en internet. Eso debería contar como ejercicio mental.
5) el matrimonio es un ejercicio de paciencia infinita
Han vuelto los posteos catárticos. Nos estamos viendo
Hace 21 horas
Si conseguís el bomberito prestámelo, siempre hay alguien que se merece un premio.
ResponderEliminarPasaba por aquí... Besos y haasta más ver!