Cada un par de años me pasa, a veces es cada pocos meses. Otra vez, anoche me asaltaron. En un semáforo, Juan B Justo y Santa Fe. Un motochorro rompió el vidrio y me sacó la cartera. El ruido de los vidrios explotando se me transformó en un calor instantáneo en todo el cuerpo, la reacción del pánico. Nada más, pero justo anoche tenía plata en la billetera para pagar varios asuntos. Así son las cosas. Una vez más me pregunto cómo terminé viviendo en esta ciudad y fantaseo con que nos vayamos a otra parte, pero las raíces ya son muchas y duras, aunque me pese.
Hace 2 horas
Una macana.
ResponderEliminarEs el precio a pagar. Suerte que no pasò nada mas.
Un abrazo.
ufa, está difícil la cosa
ResponderEliminarQué feo. Llecás siempre a los chicos atrás? Meté la cartera entre los pedales...
ResponderEliminar