¿Y ahora qué es lo que está mal?. Hoy es un día soleado, con temperatura hermosa, pre-Santa Rosa. Fui al gimnasio, hasta hice 3 minutos de meditación. Leí ¨bibliografía¨, porque estoy nuevamente en esos rumbos retomados de mi pasado. Hice varios mandados digitales, porque siempre me distraigo con otros pendientes, siempre. Hoy está la empleada en casa. Traje amiguitos de hijos chicos a jugar a casa. Casi todo funciona como debiera. And yet, algo no está. Lo que no he cosechado en estos años, experiencia, responsabilidades laborales, éxitos.
Estuvo de visita por casa una de mis amigas de facultad, hoy docente e investigadora independiente. A ella ya le chupa un huevo todo, es lo que me dice. Y yo le digo ¨porque ya lo hiciste¨. Ya llegaste. Yo siento que todavía no llegué. Este proyecto nuevo es un intento más por llegar a la superficie del éxito en donde viven todos esos otros. Y yo no. Ya sé lo que me vas a decir.
Escribo para entender que lo que me falta es un éxito que esté a la altura de mis expectativas.
En el final del cuento ¨demasiada felicidad¨ de Alice Munro, la protagonista (mujer matemática a fin del siglo pasado) se da cuenta de pronto de que puede vivir una vida plena sin grandes éxitos, como mucha gente a su alrededor. Yo sigo intentando.
miércoles, 29 de agosto de 2018
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